Guillermo Silveira falleció en 1987 y, desde entonces, sus familiares, amigos, discípulos y admiradores se han encargado de que su obra nunca sea olvidada, pero en 2022 lo intentarán con mucho más empeño para recordar al pintor y escultor pacense en el año en el que habría cumplido un siglo de vida.

La Fundación CB inauguró este martes, el día en el que nació el artista, una muestra en la sala Espacio CB Arte con 25 cuadros que tratan de reflejar su trayectoria desarrollada entre 1959, cuando comenzó a exponer individualmente, y 1987, incluyendo un dibujo que no pudo terminar. En general, destacan las obras de su etapa del expresionismo figurativo, que fue la que le reportó los mayores reconocimientos, pero también se han incluido paisajes urbanos y rurales como demostración de otros temas que también tocaba Silveira. El periodista y yerno del artista, Fernando Saavedra, manifiesta que la estrella es, sin duda, ‘En una esquina cualquiera’, un óleo que obtuvo en 1975 la Medalla de Oro del II Salón Municipal de Pintura y Escultura de Sevilla.

Todas las piezas han sido cedidas por gente de Badajoz para evitar encarecer y dificultar la exposición, según cuenta Saavedra, que explica que tampoco han podido traer sus esculturas de las diferentes partes de España donde se encuentran. Para paliar la falta de estas obras, se ha habilitado en el interior de la sala una pantalla donde se van mostrando otras piezas que no están presentes. También se ha colocado en la luna del escaparate de la sala, en vinilo, una fotografía del conjunto escultórico ‘Virgen de los Ángeles’, que desde 1960 ocupa la capilla abalconada de Puerta de Palmas.

Todos los componentes de la exposición se reúnen bajo el título ‘Un puñetazo de alma’, un verso de un poema que el oliventino Manuel Pacheco dedicó a Silveira debido al impacto que sus pinturas provocaron en la ciudadanía pacense la primera vez que expuso en la sala de la cultura del Seminario Diocesano de San Atón, en 1959. «La temática de Guillermo siempre ha sido en defensa de la gente pobre, de quienes viven en los suburbios, de los mendigos, de los músicos ambulantes que tienen que tocar en una esquina para poder vivir, de los trabajadores peor pagados, de aquellos artistas que iban por los pueblos en carromatos para representar sus obras de circo o de teatro... y eso produjo un fuerte choque en la sociedad en aquel entonces», cuenta Saavedra.

Otros actos

El próximo jueves, la Fundación CB presentará un libro dentro de la Colección Personajes Singulares en el que, además de Saavedra, también han colaborado Miguel Pérez Reviriego, historiador y biógrafo, Diego del Moral Martínez, profesor y licenciado en Bellas Artes, Francisco Vaz, presidente de la Academia de Medicina de Extremadura, y María Teresa Rodríguez, directora del Muba.

Pero ni la fundación será la única entidad que le rinda homenaje ni los actos se llevarán a cabo solo en Badajoz. El ayuntamiento pacense tiene pensado trasladar al pórtico de la iglesia de Valdebótoa los mosaicos de temática religiosa que decoran el porche exterior de la capilla escuela de las Casas Aisladas ubicada en esta misma pedanía.

En Fregenal de la Sierra, municipio donde Silveira pasó su niñez y adolescencia y donde cursó sus primeros estudios de pintura y escultura, también prepararán algunos actos, y el alcalde de Segura de León, localidad natal del artista, ya ha llamado a Saavedra para organizar otro homenaje a una leyenda artística que falleció hace 35 años pero que continúa presente en la vida de todos los que le conocieron hasta entonces.