45 alumnos empiezan hoy a formarse en la tercera edición de los cursos del programa de Crecimiento e Inserción Sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social, más conocido como Crisol. 15 de ellos participarán en el de instalación y mantenimiento de jardines y zonas verdes que YMCA desarrolla en Suerte de Saveedra, y el resto se dividen en uno de pintura decorativa y operaciones auxiliares de revestimientos continuos en construcción, de la mano de la Fundación Sorapán de Rieros, y otro de limpieza en espacios abiertos e instalaciones industriales, con Cruz Roja, ambos en la margen derecha. Todo el trabajo que realicen repercutirá, además, en sus propios barrios.

Durante los primeros seis meses recibirán una formación teórico-práctica parecida a la que se imparte en una escuela taller. En los cuatro últimos, ya pasarán a aplicar sus conocimientos en una empresa relacionada con el sector del curso del que han formado parte. Los participantes están dados de alta en la Seguridad Social desde el primer momento cobrando un porcentaje del salario mínimo, pero este año, al contrario que en ediciones anteriores, en lugar de realizar prácticas trabajarán con un contrato de formación.

63% de inserción

De las 441 personas que Crisol ha atendido en Badajoz desde que el programa echó a andar en marzo de 2019, un total de 278 (102 hombres y 177 mujeres) han logrado una inserción formativa o laboral, lo cual supone el 63% del total. Los interesados en participar en él deben tener entre 16 y 65 años y solo tienen que pedir cita con su trabajadora social de referencia en los centros de Servicios Sociales de San Fernando y Suerte de Saavedra, aunque, a veces, de forma excepcional, también se admite a personas derivadas por las entidades del tercer sector con las que el programa mantiene una estrecha coordinación y colaboración.

Después de realizar algunas entrevistas con las educadoras y trabajadoras sociales del Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) del Ayuntamiento de Badajoz que se encargan de Crisol, pasarían a realizar un taller de motivación y, posteriormente, una prueba de competencias lingüisticas y matemáticas para saber el nivel con el que cuentan.

A partir de ahí, comenzaría la orientación propiamente dicha, que no garantiza una participación segura en los cursos de formación. Solo aquellos que cumplan los itinerarios propuestos y muestren verdadero interés por «tener una vida mejor», apunta Domínguez, serán preseleccionados por sus tutoras como posibles candidatos. La selección final la hacen ellas de forma conjunta con el Servicio Extremeño Público de Empleo (Sexpe) y las entidades promotoras. Este año, por ejemplo, más de 80 personas han optado a los tres proyectos que empiezan este lunes, pero solo 45 han logrado conseguir plaza. «Nosotras lo pasamos fatal porque son como nuestros niños, no sabemos a quién dejar fuera», lamenta.

Los que se quedan a las puertas, sin embargo, cuentan todavía con muchas más oportunidades para insertarse. En el marco de Crisol también se organizan actividades comunitarias, seminarios y charlas informativas para favorecer el sentimiento de pertenencia al barrio y lograr el crecimiento a nivel económico y social. Hace poco, por ejemplo, asistieron al teatro López de Ayala para presenciar la obra ‘Chefs’. En otra ocasión, visitaron el Casco Antiguo de Badajoz para conocer más una ciudad que muchas veces sienten como ajena.

Todavía no se sabe si la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales y la de Educación y Empleo, que son las que, respectivamente, financian Crisol y los cursos de formación gracias al Fondo Social Europeo, renovarán el convenio para las anualidades 2022-2023, pero lo que es seguro es que, a partir de hoy, 45 pacenses tendrán la oportunidad de lograr un futuro mejor.