Hace cinco años se puso en marcha un proyecto piloto, a través de un convenio de voluntariado, para mostrar qué era y cómo funcionaba con los pacientes, pero ahora se da un paso más para que la experiencia no sea quede en algo puntual, sino que de manera progresiva se vaya implantando como terapia complementaria al tratamiento de los enfermos. La musicoterapia ha entrado con fuerza en los hospitales de Badajoz y Cáceres de la mano de la Asociación Extremeña de Musicoterapeutas (Aexmu), que preside Javier Alcántara.

A través de una «pequeña subvención» de Participación Comunitaria en Salud, seis musicoterapeutas están desarrollando su trabajo en las unidades de Cuidados Paliativos, Psiquiatría, Oncología Pediátrica y, por primera vez, en la unidades de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Badajoz y del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. En cada área, antes de las sesiones, se estudian la manera de intervenir y los objetivos terapéuticos, siempre en coordinación con los equipos médicos. En este sentido, Alcántara recuerda que la función de los musicoterapeutas «no es hacer música, es usar las herramientas de la música para conseguir objetivos terapéuticos. No son conciertos ni actividades lúdicas». 

«La acogida ha sido maravillosa y muy positiva por parte de los diferentes equipos. La mayoría de los profesionales sanitarios ya conocen los beneficios de la musicoterapia como terapia alternativa para mejorar la salud de los pacientes, y cómo herramienta indispensable de humanización. La mayor parte de ellos ya nos esperaban y no quieren que nos vayamos. Tanto las familias como los pacientes reaccionan de manera muy positiva y activa, nos reciben con mucho cariño y respeto hacia nuestro trabajo», explica Alcántara, que ve cumplido «un sueño», después de haber trabajado durante muchos años en hospitales de Madrid con Fundación Diversión Solidaria y Proyecto HUCI, que este proyecto se implante en Extremadura.

El programa iba a ponerse en marcha en 2020, pero la pandemia por la covid-19 obligó a posponerlo. Cuando los hospitales comenzaron a flexibilizar las restricciones, se retomó. La idea siempre fue extrapolar la experiencia desarrollada en hospitales de otras comunidades que tan buenos resultados había dado y dar continuidad al proyecto piloto del 2016, que la Asociación Extremeña de Musicoterapia llevó a cabo con el apoyo de Joaquín García Guerrero, en esa fecha gerente del SES y saxofonista. «Fue todo un éxito y tuvo una gran respuesta por parte de pacientes, familiares y profesionales sanitarios, por lo que el que fuera Jefe de Servicio de Participación Comunitaria en Salud, Tomás Zarallo y el director general de Planificación del SES, Luis Tobajas, se volcaron una vez más renovando ese convenio», explica el presidente de Aexmu. A su juicio, ese respaldo fue fundamental para que ahora se dé un nuevo paso en la valoración de la importancia de la musicoterapia, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce «como un tratamiento que aporta beneficios al binomio salud-enfermedad», como parte de la atención hospitalaria que reciben los pacientes ingresados.

De momento, y con el permiso de la covid, las sesiones de musicoterapia en los hospitales extremeños se realizarán hasta finales de este año. «Aún está por ver que ocurrirá después, pero esperamos en que se mantenga por los buenos resultados que está dando», confía Javier Alcántara.