Facilitar el paso de los alumnos de Primaria a Secundaria, para acabar con sus miedos (y los de sus familias) a iniciar esta nueva etapa académica que implica un cambio de compañeros, profesores y, en la mayoría de los casos, también de centro. Es el objetivo común que une desde hace varios a los seis colegios e institutos de la barriada pacense de San Roque, cuyo proyecto, bautizado con el nombre de ‘Claustro de barrio’, acaba de ser reconocido con un Premio Joaquín Sama a la Innovación Educativa.

En esta iniciativa participan escolares de sexto de Primaria y estudiantes de primero de la ESO, que comparten agenda escolar y programa de actividades, para que los primeros se familiaricen con el instituto durante su último curso en el colegio. Para ello, comparten un calendario común de acciones en diferentes ámbitos: educativo, social, cultural, solidario o medioambiental, entre otros. La última actividad la desarrollaron ayer, con una plantación de árboles en el parque de los arroyos Rivillas y Calamón. Alumnos de los colegios Luis Vives, Enrique Iglesias, Nuestra Señora de la Soledad, la Escuela Virgen de Guadalupe y los institutos San Roque y Reino Aftasí plantaron seis sephoras (una por cada centro) y descubrieron una placa para dejar constancia de este proyecto común que los une.

Con ayuda de los operarios de Parques y Jardines, que se encargaron de cavar los hoyos para la siembra, los estudiantes se encargaron de transportar la tierra en carretillas y echarla con palas sobre las raíces de los árboles, que esperan, como ha ocurrido con ‘Claustro de barrio’, agarren y crezcan. En esta actividad estuvieron acompañados por los directores de los centros, profesores, padres, así como por el alcalde, Ignacio Gragera, y el concejal de Medioambiente, Jesús Coslado. 

Gragera y Coslado junto a un grupo de estudiantes junto a la placa. S. GARCÍA

«Con las actividades que desarrollamos los niños de Primaria visitan durante todo el curso los institutos de la zona, independientemente del que después elijan, y con ello conseguimos nuestro objetivo principal: que pisen el suelo de los institutos para que pierdan esos miedos», explicó José Ángel Araújo, coordinador del proyecto y profesor del IES San Roque. 

Los resultados de esta experiencia ya se perciben. «Ponerse de acuerdo seis centros no ha sido fácil, pero, una vez salvadas las dificultades iniciales, hoy trabajamos a unísono sin ningún tipo de problemas», aseguró. Su aspiración es que este proyecto salga de la barriada de San Roque, la única en la que está en macha hasta ahora, y se extienda a otras zonas de la ciudad.