La alcaldesa de Alburquerque, Marisa Murillo, ya es diputada no adscrita en la Diputación de Badajoz. En el pleno celebrado esta mañana en la institución provincial se ha dado conocimiento a la corporación de su nueva condición, consecuencia de su expulsión del PSOE ante la situación de quiebra del ayuntamiento que gobierna, que ha provocado que los trabajadores municipales lleven sin cobrar sus nóminas 11 meses y la suspensión de diferentes servicios. Una vez que se ha hecho efectiva su salida del partido, sus compañeros del grupo socialista en la diputación han votado por unanimidad su expulsión del mismo.  

Murillo no ha asistido a ningún pleno de la institución provincial este año (tampoco al de hoy). El pasado enero, ante la situación del Ayuntamiento de Albuquerque, el presidente de la diputación, Miguel Ángel Gallardo, firmó un decreto mediante el que revocaba la delegación especial en materia de Bienestar Social que tenía otorgada desde el inicio de legislatura. Entonces ya le pidió su renuncia al acta de diputada, una solicitud que hoy ha reiterado tras la sesión plenaria.

"Por respeto a los ciudadanos, lo mejor es la dimisión", ha dicho el presidente, quien ha añadido que su ausencia retirada en plenos y comisiones es "una falta de respeto a la ciudadanía que nos eligió, por lo que debiera renunciar para que su puesto lo ocupase otro miembro de la lista del PSOE y pueda ejercer ese derecho.

Gallardo recordó que el acta pertenece a la persona y la renuncia es voluntaria, por lo que no existe ningún mecanismo democrático que pueda evitar que Murillo, acuda o no a los plenos, pueda ser apartada de la institución provincial. La alcaldesa de Alburquerque no tiene relación contractual laboral con la diputación, pues cuando fue cesada de sus competencias, también lo fue en sus retribuciones, por lo que solo percibiría asignación económica por asistencia a comisiones y plenos, lo que no sucede desde enero de este año. "En estos momentos no está percibiendo ni un euro de la diputación, pero eso no significa que no haya una verdadera dejación de funciones y, sobre todo, está impidiendo que otro diputado pueda ejercer esa labor", ha sostenido Gallardo, quien ha defendido que "lo más responsable sería que se dedicara a las funciones del Ayuntamiento de Alburquerque que necesita bastante de su presencia". 

Como diputada no adscrita, los derechos económicos y políticos de Murillo no podrán ser superiores a los que le hubieran correspondido de haber permanecido en el grupo socialista.