Una gran lona contra la violencia de género se ha desplegado este jueves, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en la Plaza Alta de Badajoz dentro de un acto organizado por el Ayuntamiento y Coca Cola.

En él se han dado cita el grupo Clece, Cruz Roja, la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo y de mujeres y diferentes centros educativos.

En rueda de prensa, el concejal de Servicios Sociales y Mujer, Antonio Cavacasillas, ha explicado que la campaña del Instituto Municipal de Servicios Sociales y la Oficina de Igualdad y Violencia de Género se compone de diez mensajes claves que se ven en marquesinas, cartelería y autobuses por la ciudad.

Además, cada uno de los mensajes se ha convertido también en vídeos pedagógicos, dirigido fundamentalmente a los jóvenes para que puedan identificar las conductas que son maltrato y abuso de poder y erradicarlas para acabar con el sufrimiento de las víctimas.

Según ha detallado el edil, una de cada cuatro chicas sufre violencia psicológica y de control en sus primeras relaciones, uno de cada cinco chicos de entre 15 y 29 años considera que la violencia de género no existe, en lo que va de año ha habido 37 víctimas mortales y son 1.118 desde 2003.

Cavacasillas ha recordado que este año Badajoz ha sido reconocida como municipio contra el maltrato por parte de Atresmedia y Mutua Madrileña por el trabajo desarrollado durante la última década en este ámbito.

En este sentido, se han colocado cinco señales contra el maltrato en la ciudad y una en las ocho pedanías.

El concejal ha agradecido la labor de las trabajadoras y psicólogas de la Oficina de Igualdad, al igual que lo ha hecho en su intervención el alcalde, Ignacio Gragera, quien ha afirmado que este es un día que nadie querría conmemorar y que hay que intentar cambiar el pensamiento y luchar contra ello, algo que considera difícil porque “la violencia machista está muy enraizada”.

Así, ha resaltado que la solución no pasa por castigar más si no por educar y enseñar que estas conductas “no son admisibles”, por la unidad entre lo público y lo privado y por dar visibilidad a esta lacra, y por que las víctimas y familiares se animen a denunciarlo.