Los profesores de las Escuelas Municipales de Música trasladaron ayer sus clases de las distintas sedes donde normalmente se imparten a los soportales de la plaza Alta. Lo hicieron para celebrar el día de su patrona, Santa Cecilia, pero también, y sobre todo, para mostrar la carencia de instalaciones propias adaptadas a sus necesidades. «Agradecemos a todos los colegios que nos han abierto sus puertas a lo largo de todo este tiempo, pero entendemos que necesitamos unas instalaciones propias porque nuestra enseñanza tiene una serie de características completamente diferentes a la de Educación Primaria», manifiesta Pablo Segovia, uno de los docentes.

La concejala de Cultura, Paloma Morcillo, afirmó la semana pasada que el equipo de gobierno estaba planteándose ampliar las sedes o mejorar las ya existentes para permitir el «buen desarrollo de las clases». Sin embargo, esta declaración no es suficiente para el claustro, pues reclaman un compromiso firme avalado por los próximos presupuestos, tal y como ha ocurrido con plataforma online que pedían para mejorar la gestión administrativa, que, según la edil, ya tiene destinada una partida.

Morcillo también descartó la concentración de las escuelas en una sede única, cuestión que no es incompatible con las peticiones de los docentes: «Nosotros tenemos las puertas abiertas a muchas opciones, no estamos cerrados a una sede única en el centro del casco histórico, simplemente queremos un sitio o unos sitios donde estar y pensamos que el ayuntamiento tiene posibilidades y edificios donde poder colocarnos».

Ampliación del curso

Los profesores aseguran estar «contentísimos» con el hecho de que por fin este jueves puedan volver presencialmente a las aulas, pero manifiestan su descontento con la decisión que se ha tomado de no recuperar los dos meses perdidos este año. Segovia señala que esperaban que la ampliación del curso de septiembre a junio se materializase ya este año teniendo en cuenta, por un lado, el retraso sufrido y, por el otro, el curso y medio que los alumnos llevan trabajando de forma telemática. 

En ese sentido, Segovia apunta que desearían que esta cuestión también fuese incluida en los presupuestos y que la concejala no se limitase simplemente a asegurar que están trabajando en ello, tal y como expresó en rueda de prensa. «Llevamos 23 años trabajando y ya no es tiempo de pensar, ya es tiempo de actuar. Estamos pidiendo cosas muy básicas y sencillas, no es nada estratosférico», añade.

Y no solo son ellos quienes hacen estas reivindicaciones. Emiliano González, alumno veterano de guitarra, afirma que apoya todas estas demandas y dice que no entiende ni el motivo del retraso –«no se han dado explicaciones suficientes»–, ni por qué no se recuperan los dos meses perdidos a final de curso, ni la falta de unas instalaciones propias: «Nos sentimos desamparados y abandonados por parte del ayuntamiento».

Laura Nogales, vicepresidenta de la AMPA de las escuelas que ayer celebró su primera asamblea en el Círculo Pacense tras constituirse oficialmente como asociación con 84 familias apuntadas, también pone en valor la labor de los profesores «que han mostrado su vocación y pasión tanto por la música como por la docencia. No han dejado de cobrar y, sin embargo, han sido ellos quienes han promovido todo esto y nos han dado a los padres la idea de asociarnos».