De las 1.400 vías urbanas de Badajoz, 40 concentran el 90% de los atropellos con víctimas mortales y heridos que se han registrado en la ciudad entre el 2018 y el 2020. De ellas, en función del número y resultado de los siniestros en este espacio temporal, 16 (el 1,14%) están clasificadas de riesgo extremo; otras 6 se consideran de alto riesgo cualificado; 18 de alto riesgo; 28 de riesgo moderado; y el resto, de riesgo bajo. 

Entre las primeras, en las que se han producido atropellos con dos o más fallecidos o un fallecido y un herido grave o varios heridos de distinta consideración en un periodo de tres años, se encuentra la avenida José María Alcaraz y Alenda, en Valdepasillas, considerada «el punto negro» de la ciudad (solo en el 2020 hubo 5 heridos graves por atropello).  

Además, en esta categoría se incluyen las avenidas Adolfo Díaz Ambrona, Adolfo Suárez y la Elvas, la de Carolina Coronado y la de Padre Tacoronte, todas en la margen derecha, así como las avenidas de Colón, la del Perú (La Paz), Juan Sebastián Elcano (autopista), Luis de Góngora (Cerro de Reyes); Manuel Rojas Torres (Ronda Norte), Ricardo Carapeto (San Roque), Felipe Trigo (Suerte de Saavedra) , el paseo Fluvial y el puente de la Universidad.

Esta clasificación de vías urbanas según su riesgo es una de las aportaciones novedosas del estudio sobre las causas de los atropellos en la ciudad y las medidas para reducirlos que acaba de publicar el superintendente de la Policía Local de Badajoz, Rubén Muñoz, pues permite determinar de manera más precisa y eficaz en qué calles y vías deben centrarse las acciones y medidas para tratar de evitar este tipo de accidentes. En el trabajo se han analizado los 209 atropellos con resultado de muerte o heridos ocurridos en la ciudad entre el 2018 y el 2020, a consecuencia de los que hubo 219 víctimas: 6 personas fallecidas, 53 heridas de gravedad y otras 160, leves. 

En algunas de ellas ya se ha intervenido a través de medidas como la instalación de radares sancionadores o pedagógicos, con el refuerzo de controles por parte de los agentes, la poda de la vegetación o la retirada de mobiliario que impedía la visibilidad o la mejora de la iluminación artificial, entre otras. Este es, según el jefe de la policía local, el camino a seguir para conseguir el objetivo de lograr «cero fallecidos y cero heridos graves por atropellos» en Badajoz.

A este respecto, Muñoz pone como ejemplos las medidas adoptadas en vías como el puente Real o Circunvalación, en las que desde que se instalaron los radares no se han vuelto a registrar accidentes con consecuencias graves. O el de la avenida del Perú, en la que tampoco se registraron siniestros con heridos de gravedad después de poner en marcha una campaña de controles de velocidad con agentes en la calle en el 2019. 

 Para tratar de reducir el riesgo en otras avenidas que preocupan, como la de José María Alcaraz y Alenda, padre Tacoronte, la de Elvas o Luis de Góngora,  la solución pasaría, entre otras posibles medidas, por limitar la velocidad de circulación de los vehículos, lo que supondría en muchos casos bajar el máximo de 50 kilómetros/hora permitido ahora.

Esta clasificación de vías ya se está tomando como referencia en ciudades como Salamanca, Pamplona o Alcobendas, pues con algunas adaptaciones, el modelo es aplicable a cualquier población, independientemente de su número de habitantes.

En el estudio, además de analizarse los atropellos en función del riesgo de las vías, también se examinan otros factores que influyen en conductores y peatones. Así, otro de los datos que revela es que en el 84% de los atropellos fue el conductor del vehículo el responsable y que la principal causa fue la distracción (en el 73% de los casos). En un 11,70% de los siniestros la culpa fue del peatón y en un 4,87% hubo infracción por ambas partes.

Los mayores de 65 años, los peatones más vulnerables

Si hace una década el mayor porcentaje de víctimas de los atropellos en el casco urbano de Badajoz eran menores de edad, ahora las estadísticas revelan que es el colectivo de mayores de 65 años el más vulnerable en este tipo de siniestros. Así, entre el 2018 y el 2020, el (25,11% de las víctimas de los 209 atropellos analizados en el estudio tenían más de 64 años. Tres de ellos resultaron fallecidos; 21, heridos graves (39,62%) ; y 29, leves. Esto significa que a este grupo de edad pertenecían la mitad de los peatones que perdieron la vida tras ser arrollados por un vehículo y cuatro de cada diez heridos de gravedad.

«Nos preocupa y son una prioridad para nosotros», afirma el superintendente de la Policía Local, Rubén Muñoz, quien apuesta por reforzar la educación vial entre esta población para reducir estos datos, a la vista de que la formación en esta materia impartida a los escolares desde hace años se ha evidenciado como uno de los principales factores que ha contribuido a que el grupo de víctimas de atropellos menores de edad descienda.

Del 2018 al 2020 solo el 4,11% de las víctimas de atropellos tenían entre 0 y 5 años (aunque hubo un fallecido); el mismo porcentaje que la franja de edad entre los 6 y los 11 años. El 2,28% fueron niños de entre 12 y 15 años y el 4,56%, de entre 16 y 17. Estas cifras, todas por debajo de los cinco puntos, hacen que no sean considerados ya población vulnerable a efectos de este estudio. 

En el grupo de edad entre los 18 y los 30 años, el porcentaje de peatones víctimas de atropellos se eleva al 22,37% ( un fallecido, 6 heridos graves y 48 leves). Es algo superior, del 24,20%, en el tramo de edad entre los 45 y 64 (1 fallecido, 14 heridos graves y 39 heridos leves). En cambio, en la franja de 31 a 44 años, se reduce al 13,24% (ningún fallecido, 8 heridos graves y uno leve). 

En cuanto al sexo de las víctimas, el 62,65% son mujeres, frente al 38,35% de varones. Esta proporción se invierte en cuanto al sexo de los conductores implicados en los atropellos, pues el 68,89% son hombre y el 29,18% mujeres.