La Audiencia Provincial de Badajoz ha condenado a 12 años de prisión a un hombre por un delito de agresión sexual a una menor, a la que prohíbe acercarse a menos de 500 metros o comunicarse por cualquier vía durante 15 años y a la que deberá indemnizar con 9.000 euros. Los hechos tuvieron lugar la tarde del 31 de enero de 2020 en Badajoz, cuando el procesado tenía 36 años y la víctima 14

Según recoge la sentencia, la menor había ido a casa de una amiga, a la que posteriormente también acudió el condenado, quien pidió a la niña que lo acompañara a comprar unas cervezas. Ambos, en un vehículo que conducía el acusado, se dirigieron entonces a un establecimiento y, tras realizar la compra, volvieron a subirse al coche, pero el hombre, en lugar de dirigirse de nuevo al domicilio, aparcó y trató de besar en repetidas ocasiones a la menor en la boca en contra de su voluntad, lográndolo en una ocasión.

En ese momento parecieron varias personas en el lugar donde estaba el vehículo estacionado, por lo que el procesado emprendió la marcha, conduciendo hasta un descampado, donde detuvo el vehículo y volvió a besar en la boca a la menor, a la que agarró para intentar ponerla encima de él. La víctima trató de abrir la puerta del coche para salir y zafarse de su agresor, pero este se lo impidió, tras lo que reclinó su asiento y sujetó a la niña, consiguiendo esta vez colocarla sobre él. Fue entonces cuando intentó abrirle el botón de su pantalón, pero como no era capaz, le arrancó el cinturón, arrojando uno de los trozos por la ventanilla. Finalmente logró desabrochar el pantalón y realizar tocamientos en los genitales de la víctima, que intentó librarse de él con empujones. 

Tras varios minutos y después de que la menor le rogase insistentemente que se marcharan de allí, el procesado accedió, aunque durante el trayecto de vuelta a casa de su amiga volvió realizarle tocamientos en sus partes íntimas por encima del pantalón, a la vez que le decía «hace mucho que te tenía ganas» y le anunciaba su intención de llamarla «de vez en cuando» al móvil de una tercera persona. Una vez de regreso en casa de su amiga, la víctima permaneció allí unos 10 minutos y se marchó.

Esos hechos, según recoge la sentencia de la Audiencia Provincial de Badajoz, afectaron psicológicamente a la menor, que comenzó a presentar un cambio de comportamiento y alteración de la personalidad, con conducta disruptiva, al impulsividad y desregulación emocional.

El fallo judicial señala que, además, del «revelador testimonio de la menor», entre otras pruebas se cita que agentes de la policía recorrieron con la menor los distintos escenarios donde se habían producido los hechos tras denunciarlos, encontrándose un trozo del cinturón que le partió el acusado en el forcejeo, así como las pruebas y testimonios médicos.

Contra esta sentencia cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx).