Curro Agudo Mangas jamás se ha subido a un barco. «Me mareo», reconoce. Pero eso no impide que este pacense sea un experto modelista naval, a quien su último encargo lo ha llevado a recrear el galeón Nuestra Señora de Juncal, perteneciente a las flotas de Nueva España, que permanece hundido en algún punto del golfo de México desde 1631. La maqueta será una de las piezas «clave» de la exposición del Archivo General de Indias de Sevilla sobre las formaciones navales que unieron España y el virreinato de México y la búsqueda de este navío, que naufragó junto a otros dos, el Santa Teresa y el San Agustín, a causa de un temporal cuando regresaba de Veracruz, con más de un millón de pesos en monedas de oro y plata, toneladas de tintes de añil, grana cochinilla que esperaban con ansia en Europa y gran cantidad de cajas de cacao. De sus cerca de 300 tripulantes solo sobrevivieron 39, que se salvaron lanzándose al mar en una pequeña chalupa a la que no dio tiempo a subirse al comandante y a los aristócratas que viajaban en la nave. 

La maqueta, en madera de cedro, está hecha a escala 1:32, mide 177 centímetros de largo y más de un metro y medio de alto. Agudo ha empleado 900 horas de trabajo y la pieza solo está pendiente de pequeños remates, como colocar las anclas y las bisagras del timón, para ser transportada a Sevilla. La recreación del galeón ha supuesto un reto para el modelista y también para los comisarios de la exposición, Carlos León, Flor Trejo y Roberto Junco, debido a la escasa documentación que existe sobre él. No hay planos de este navío ni tampoco fue reflejado en pinturas, pero se han tomado como referencia cuadros de otros barcos de la época, además de ordenanzas de instrucción naval de 1618 para «intentar construir un barco lo más parecido a cómo pudo ser el Juncal». Ha sido un proceso de investigación continua, para el que se ha contado con José Luis Casabán, del Instituto Nacional de Arqueología Subacuática de Texas, y al que se han ido aportando datos sobre la marcha, resolviendo preguntas que planteaba el modelista para avanzar en la construcción de la maqueta. También se ha realizó previamente un diseño en 3D, que se incorporará a la muestra, para que los visitantes puedan descubrir los detalles del interior del galeón.

«Ha sido un trabajo increíble de Curro y del resto del equipo», valoró León, quien reconoció que recurrieron al modelista pacense por su currículo y su experiencia con maquetas navales de los siglos XVII y XVIII. Agudo es desde niño aficionado al modelismo, al que se dedica profesionalmente desde hace 11 años. Sus piezas están en museos, instituciones públicas y privadas y en manos de coleccionistas particulares.

El Nuestra Señora del Juncal lo mandó a construir en Fuenterrabía la familia Ubilla Izaguirre. Era un barco mercante, con 34 metros de eslora y 11 de manga, con cuya venta pensaban sus dueños hacer negocio. Pero la armada española estaba falta de naves tras la captura de la flota de Nueva España del capitán Juan de Benavides en La Habana, por lo que Felipe IV lo embargó para convertirlo en un galeón de guerra y poder transportar las riquezas recogidas en América para mantener las guerras de Flandes. Por eso, antes de que pusiera rumbo al puerto de Veracruz, se artilló con 24 cañones sevillanos. 

 La mala fortuna lo acompañó desde que se anunció su regreso a España: el comandante murió días antes de la partida, fue sustituido por otro inexperto y el viaje se demoró hasta octubre, con los vientos del norte amenazando temporal. Esto unido a los arreglos realizados en el galeón, los daños que sufrió mientras estuvo anclado en el muelle de Las Argollas y el posible exceso de carga (669 toneladas de porte, más el 30% de contrabando que se le supone) hicieron que el mar lo engullera, sin que hasta la fecha se haya podido dar con él. Ya hubo intentos de búsqueda en el siglo XVII por rescatadores españoles y en los años 80 muchos buscadores de tesoros norteamericanos solicitaron permiso para realizar prospecciones, pero el Gobierno mexicano siempre se negó y lo ha seguido haciendo tras ratificar la Convención de la Unesco del 2001 de Protección del Patrimonio Arqueológico Subacuático.

La historia de la flota de Nueva España en las Indias y la del Juncal y su búsqueda es la que contará esta exposición, organizada por el Ministerio de Cultura y Deporte, Acción Cultural Española y la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo, que, además de la maqueta del galeón que se ha hecho ‘ex profeso’ para este proyecto, se completará con otras recreaciones, pinturas y documentos. 

La delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, visitó ayer el taller de Curro Agudo para conocer de primera mano la maqueta y confió en que la muestra, con carácter itinerante, recale en la ciudad en el futuro. De momento, el Juncal vuelve a zarpar, esta vez desde Badajoz, aunque no tenga puerto.