Las catas para hallar a represaliados de la Guerra Civil en el cementerio de San Juan de Badajoz han terminado sin resultados concluyentes. Así lo manifiesta la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (Armhex) en una nota de prensa: «Los resultados preliminares de esta intervención no permiten descartar ni confirmar la presencia de los enterramientos asociados a las víctimas en la zona estudiada, pues para ello sería necesario el levantamiento de algunos de los depósitos óseos e inhumaciones hallados para poder, en primer lugar, practicarles un análisis antropológico forense completo y, por otro lado, examinar el terreno por debajo de los mismos y determinar de manera definitiva si en estas zonas sondeadas se hallan».

Silvia Herrero Calleja, arqueóloga que ha dirigido la intervención, cuenta a este periódico que la estratigrafía del suelo ha complicado mucho el trabajo manual: «Con las obras que se hicieron para el memorial echaron muchísimo relleno, en algunas partes tenemos más de un metro de nivelación. Cuando todo lo tienes a nivel superficial el proceso en general resulta muchísimo mas fácil, desde sacar la tierra con la máquina hasta excavar nosotros manualmente».

Ha sido una de las principales dificultades a las que se ha tenido que enfrentar el equipo que ha actuado en el camposanto. Esta fue inesperada, pero con la que sí que contaban era con las zonas ajardinadas y urbanizadas que «han disimulado todas las referencias espaciales que hubiera ahí de los anteriores enterramientos».

Es precisamente por eso por lo que el objetivo de este proyecto era «localizar y delimitar los diferentes espacios posiblemente utilizados para enterrar víctimas» y «conocer la estratigrafía del subsuelo», así como «determinar los usos a los que ha sido destinado el terreno a lo largo del tiempo», apunta la Armhex. «No sabemos si en algún momento las fosas de la Guerra Civil se han removido o se han trasladado», añade la arqueóloga. Lo que es seguro es que en el cementerio viejo de Badajoz hay personas asesinadas por el franquismo: «Está documentado en el libro del cementerio y en un registro civil, el problema es que encontrarlas no es fácil por todas las modificaciones que ha sufrido y por la cantidad de represaliados que hubo».

Máquina excavadora que retiraba la tierra hasta llegar a los huesos. S. García

Otro de los inconvenientes se encuentra en el hecho de que, al ser un cementerio de una ciudad tan grande, ha sido muy utilizado desde entonces «para enterrar o para echar restos de reducciones y limpiezas de nichos», que es con lo que probablemente se corresponden los huesos de esqueletos no completos que han descubierto en las cuatro catas realizadas.

De momento, no han encontrado ninguna prueba como restos de munición que apunten a la guerra o fracturas perimortem que indiquen una causa de muerte violenta, pero Herrero insiste en que, para asegurarse al 100%, habría que levantar todo y estudiarlo en un laboratorio.

Tantear el terreno

La intención es que el equipo técnico analice los resultados de esta primera intervención y señale los puntos donde es más probable hallar algo relacionado, aunque eso tendría que llevarse a cabo en una segunda fase: «No teníamos ni tiempo ni personas suficientes ni nada para hacer una exhumación en toda regla. El propósito era ver en qué sitios es más probable que estén las víctimas».

La arqueóloga manifiesta que, después de tantas experiencias vividas en tantos otros cementerios, es consciente de las sorpresas suelen darse. Por eso aclara que inspeccionar un lugar no quiere decir siempre que se vaya a encontrar lo que inicialmente se va buscando. «Es normal que se despierten muchas expectativas, sobre todo en los familiares que llevan mucho tiempo esperando, pero esto no puede ser tan rápido», aclara, y más aún teniendo en cuenta lo extenso que es el departamento 4 donde se ha actuado esta vez: «Vas haciendo pequeños cortes en sitios puntuales, pero te dejas mucho espacio alrededor sin poder ver. Al fin y al cabo los sondeos se plantean siempre con esa intención de tantear el terreno y comprobar qué ha pasado ahí».