Los juegos infantiles del parque Antonio Amaya Álvarez, más conocido como el ‘del trenecito’, en la avenida de Pardaleras de Badajoz, se van a renovar al completo con una partida de 75,000 euros que, según confirmó el concejal de Medio Ambiente, Jesús Coslado se consignarán en el presupuesto del 2022, que en estos momentos están negociando los socios del equipo de gobierno.

En este parque solo quedan dos juegos infantiles: una estructura metálica, al que se puede subir y escalar, y un tobogán en la zona acotada con valla para los niños más pequeños. En tiempos hubo también un balancín, pero se estropeo y nunca más se repuso. La escalera de madera por la que se accede al tobogán se balancea y en la parte delantera y trasera hay dos enormes agujeros en el suelo de caucho, donde ya se ve el hormigón. En el resto de zona cubierta con este material también existen numerosos desperfectos.

Uno de los agujeros en el suelo de caucho junto al tobogán. LA CRÓNICA

Las familias que acuden a este parque con sus hijos (se cuentan por decenas) llevan años quejándose del estado de los juegos y del resto del espacio, donde las raíces de los árboles sobresalen de los alcorques y la rejilla para la canalización del agua está oxidada y tiene algunos tramos levantados, con lo que los tropezones son frecuentes. Además, desde hace varias semanas hay dos vallas de hierro sobre ellas, lo que supone un riesgo para los niños, pues más de una vez las han tirado abajo con algún golpe.

Coslado reconoció que es consciente de que este espacio necesitaba una renovación. A falta de concretar el número y tipo de juegos, el concejal explicó que se colocarán varios y también se sustituirá todo el suelo de caucho. De momento, los operarios de Parques y Jardines también se han llevado la fuente para repararla.

A las familias estas mejoras les parecen bien, pero le saben a poco, pues consideran que este parque necesita una actuación integral. Coslado aseguró que también se van a llevar a cabo actuaciones de mantenimiento para tratar de reparar los desperfectos existentes.

Muchos padres plantean que se aproveche para eliminar las pérgolas de hierro que hay en este parque, pues no están cubiertas de vegetación que proporcione sombra y consideran que solo suponen un «estorbo» con el que los niños se pueden dar de bruces.