El pintor y escultor Guillermo Silveira (1922-1987) invirtió 45 días de trabajo a razón de nueve a diez horas diarias, entre junio y julio de 1967, en la confección de los mosaicos de temática religiosa que decoran el porche exterior de la capilla escuela de las Casas Aisladas de Valdebótoa. Este pequeño edificio no llegó a cumplir nunca la función para la que fue construido. Gallinas y cabras han sido sus únicos ocupantes y antes de que se derrumbe por completo, pues queda poco tejado por desprenderse, una plataforma de vecinos de la pedanía está intentando mover Roma con Santiago para salvar estas obras.

Pablo Moreno es su portavoz. Es ingeniero de profesión y se ha encargado de la elaboración del proyecto, que consiste en trasladar los muros, cuya superficie no llega a 18 metros cuadrados. Según Moreno, sería una operación «sencillísima». La plataforma ha empezado a presentarlo a las distintas administraciones implicadas. Los mosaicos están compuestos de piezas de mármol, granito y cantos rodados de río y, aunque están sucios, no se ha desprendido ninguna pieza y solo uno de ellos presenta un agujero que alguien realizó para que entrasen y saliesen las gallinas, «pero lo demás está intacto», afirma Pablo Moreno.

Uno de los murales tiene un agujero que se abrió para que saliesen las gallinas. LA CRÓNICA

La idea de la plataforma es trasladarlos al pórtico de la iglesia de Valdebótoa, para lo que están en contacto con el arzobispado. En todo caso, si las administraciones se opusiesen, apoyarían otra opción «siempre que los mosaicos no salgan de Valdebótoa»

La capilla escuela es propiedad del Ayuntamiento de Badajoz. De momento, la plataforma se ha reunido con el concejal de Poblados, Alejandro Vélez, que les ha mostrado su apoyo, y hoy lunes tienen previsto un encuentro con la titular de Cultura, Paloma Morcillo, con la que ya han tenido encuentros que muestran su buena disposición. Como se trata de un bien inventariado, protegido por tanto, necesitan el visto bueno de la Junta de Extremadura y el viernes tuvieron una entrevista con el director general de Bibliotecas, Archivos y Patrimonio,Francisco Pérez Urban, que ha puesto a su disposición ayuda administrativa y de los técnicos. Del ayuntamiento y la Junta necesitan saber qué requisitos y permisos necesitan para poder mover los mosaicos y después empezarían a buscar financiación.

La capilla está prácticamente derruida. LA CRÓNICA