Quedan pocos meses para la celebración del Carnaval de 2022 y los colectivos que protagonizan la fiesta por antonomasia de Badajoz necesitan saber a qué atenerse para empezar a preparase. Por eso, la Concejalía de Ferias y Fiestas ha elaborado un protocolo en el que se plantea tres niveles de alerta sanitaria con distintas alternativas para poder celebrar el Carnaval, que está previsto entre el 25 de febrero y el 1 de marzo. En el caso de que Badajoz estuviese en esa fecha en el nivel 2, que es el escenario más limitado que se plantea el ayuntamiento, solo se contemplarían actividades que no concentren más de 500 personas, salvo medidas más restrictivas y los desfiles de comparsas infantiles y de adultos no se celebrarían en febrero sino que se trasladarían a junio, dentro de la programación de la Feria de San Juan.

El nivel 2 está definido como de riesgo medio, con transmisión comunitaria sostenida generalizada y con presión creciente sobre el sistema sanitario. El nivel de mayor peligrosidad es el 4.

Este es la peor de las tres alternativas que contempla el protocolo que el ayuntamiento remitió ayer a los distintos colectivos carnavaleros: comparsas, grupos menores, artefactos y murgas. No concreta en qué situación quedaría el concurso de murgas del teatro López de Ayala.

El deseo de la concejalía y de los grupos carnavaleros es organizar un Carnaval «con normalidad» siempre que la situación sanitaria lo permita. Así, si en febrero Badajoz está en nivel 0, el Carnaval que se celebrará será el de «la vieja normalidad», en el que las restricciones vendrán marcadas por las que dicte la autoridad sanitaria en cuanto a medidas preventivas.

Otro escenario que se plantea el ayuntamiento es el nivel 1, en el que habría control de aforos, horarios y ampliación de veladores «para poder disfrutar de un Carnaval de calle lo más similar al nivel 0». En esta situación, se buscaría una alternativa para el desfile de las comparsas, que podría celebrarse en la carretera de Circunvalación (avenida Reina Sofía) desde el puente de San Roque hasta el de la Universidad. Además, se habilitaría un espacio controlado para que pudieran instalarse los artefactos. Para las murgas se buscaría una alternativa instalando diferentes escenarios para actuar por barriadas de la ciudad.

A las distintas alternativas previstas se refirió ayer la concejala de Policía Local, María José Solana, quien reconoció la complejidad de permitir la celebración de botellones, que no estaría permitida si se mantiene la situación actual «pero llegado el momento es posible que se pudieran analizar distintas posibilidades todas ellas tendentes a poder disfrutar», matizó. En todo caso, dejó claro que «Todos tenemos un objetivo claro, poder disfrutar al 100 % de los Carnavales de nuestra ciudad». 

De cara a este fin de semana, el primero sin restricciones, Solana confirmó que se tiene previsto un dispositivo policial de vigilancia contra los botellones. «Vamos a ser absolutamente rigurosos, como debe ser en el control del consumo de alcohol y del botellón», recalcó. El de Badajoz fue uno de los primeros ayuntamientos en prohibir el botellón con la crisis sanitaria y de momento no tiene previsto levantar esta prohibición. La primera teniente de alcalde fue ayer clara: «Hoy por hoy no se contempla».