Un vecino de Badajoz ha sido indemnizado con 20.000 euros por las lesiones que sufrió en un accidente en una atracción acuática conocida como ‘banana’. La aseguradora de la empresa propietaria de la embarcación ha alcanzado un acuerdo con el perjudicado, que inicialmente solicitaba 25.000 euros, que ya ha sido ratificado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de la Palma del Condado (Huelva). El juicio estaba previsto para el próximo 5 de octubre.

Los hechos ocurrieron en agosto del 2017 en la playa de Matalascañas, cuando el demandante iba montado junto a otras personas en la banana y salieron despedidos, chocando entre ellas. A causa del impacto con otro de los ocupantes, este vecino de Badajoz sufrió una grave fractura en la mandíbula, de la que inicialmente fue atendido en un centro hospitalario de Matalascañas y dos días después intervenido quirúrgicamente en el Hospital Universitario de Badajoz

Según la defensa del perjudicado, ejercida por Fernando Cumbres, el accidente se produjo la actuación «temeraria» del conductor que pilotaba la embarcación que arrastraba la atracción acuática, que navegaba «a muy alta velocidad y realizó un giro excesivamente cerrado y brusco». Por ello, este percance, según el letrado, no podía imputarse a la asunción de riesgo de su cliente como usuario de la ‘banana’, pues el resultado de unas lesiones tan graves «no es previsible» por quienes contratan este servicio y el daño es «desproporcionado» al peligro asumido previamente.

También en su escrito provisional, la defensa aducía para justificar la responsabilidad de la empresa en el percance la «falta de medidas de seguridad» en la atracción, porque no había control sobre el piloto de la embarcación por parte del encargado de la empresa y los pasajeros llevaban como medida de protección un chaleco salvavidas, pero no un casco.

El perjudicado reclamó por las lesiones sufridas a la aseguradora de la empresa, que inicialmente se negó asumir cualquier tipo de indemnización, responsabilizando de las lesiones al demandante. Cuatros años después de los hechos y, a las puertas del juicio, cambió de parecer y ha aceptado el pago de los 20.000 euros en concepto de reparación del daño.