En el colegio Juan Vázquez de Badajoz sabían antes de que llegase el verano que el comedor no estaría listo cuando comenzase el próximo curso, pero sí contaban con que se habrían terminado las nuevas aulas de Infantil para poder ocuparlas en septiembre. Tampoco ha sido posible. El próximo viernes los alumnos regresan a este centro, ubicado en la barriada de San Fernando, el más demandado del entorno, y los más pequeños no podrán estrenar las aulas que se están construyendo en el exterior.

El comedor del Juan Vázquez es un servicio muy demandado, que en el centro llevan doce años reclamando. Tras muchas vicisitudes que han ido retrasando el proyecto, la obra comenzó a finales del pasado mes de marzo. La actuación de la Consejería de Educación, con un presupuesto de 242.000 euros, se ha organizado en dos fases. En la primera se construyen dos nuevas aulas de Infantil en parte del patio destinado a los niños de esta etapa y, por otro lado, el espacio que ocupaban cuatro aulas de Infantil en el interior del colegio se convierten en comedor, para atender a 100 comensales.

Según ha informado Educación a este diario, la ampliación del aulario se está desarrollando de los plazos previstos y será la primera fase en concluir. Actualmente se están ejecutando los cerramientos de las aulas y está previsto que esta fase concluya a finales de septiembre.

En cuanto a la dotación del comedor, la consejería aclara que no estaba previsto que el colegio contase con este servicio al inicio del curso, ya que las obras no están aún finalizadas. Cuando la Dirección General del Ente Público de Servicios Educativos Complementarios tenga el visto bueno de finalización de los trabajos, podrá modificar el contrato de servicios. Respecto a esta segunda fase, la Junta insiste en que la reforma para la implantación del comedor escolar inicialmente concluirá en el plazo, a finales de noviembre. En estos momentos se está trabajando en su distribución interior y calcula que funcione este curso.

En ello confían en el colegio. La directora, Marisol Muñoz, es consciente de que la obra en general está dentro del plazo previsto, pero en el centro contaban con que las dos nuevas aulas de Infantil estuviesen terminadas en septiembre. Aduce que las obras han estado paradas casi un mes por distintos motivos antes de que terminase el curso pasado y al parecer la constructora en estos momentos tienen dificultades para encontrar obreros, por lo no que no ha podido concluir antes. «Yo estaba ilusionada con que estas dos aulas estuviesen en funcionamiento cuando llegásemos, pero al final no ha podido ser», lamenta. «Eso nos ha dificultado poder empezar con las aulas de 3 años en funcionamiento», explica. Para resolverlo han tenido que habilitar espacios para estas dos clases en el salón de actos «que han quedado bastante bien», porque es bastante amplio, argumenta optimista. La directora añade que además el trastorno será menor teniendo en cuenta que los alumnos más pequeños entran con periodo de adaptación y no coinciden todos las mismas horas. «Creo que va a funcionar todo bien». Confía por otro lado Marisol Muñoz en que «den un acelerón» en septiembre a esta primera fase, que es la más urgente y que el comedor también esté terminado dentro del plazo comprometido, que sería en noviembre o diciembre.

La directora no cree que el desarrollo de las obras vaya a interferir en las clases porque las dos nuevas aulas están independientes con una valla que las separa del patio de Infantil y lo mismo ocurre con el espacio del comedor. Los padres tampoco deben tener dudas pues estas circunstancias no han afectado al proceso de escolarización. El colegio ha cubierto las 50 plazas que ofertaba. Ha podido incluso ser beneficioso, pues el comedor es un servicio muy necesario y los padres «ya lo ven». La directora no duda de que habrá mucha demanda de este servicio, pues en este centro hay 550 alumnos matriculados.

El aulario se está levantando en uno de los patios del centro. S. GARCÍA