¿Quién cuida al cuidador? Es la pregunta que surge ante situaciones que involucran a personas con un alto nivel de dependencia. Para responder a ella, Plena Inclusión propone ‘Respiro’, iniciativa que se celebra durante los meses de julio y agosto por sexto año en la Residencia Universitaria de la Fundación CB (Rucab) y de la que este verano se beneficiarán más de 260 usuarios y su entorno más cercano.

 Mientras los participantes disfrutan de visitas a centros comerciales, excursiones por el Casco Antiguo o cine al aire libre, los cuidadores , el foco en el que se centra la iniciativa, obtienen una semana para romper con su responsabilidades familiares. «El programa responde a las necesidades de conciliación familiar y laboral, que en el ámbito de personas con discapacidad se multiplica» manifestó ayer Pedro Calderón, presidente de Plena Inclusión, en su visita al campamento. Calderón recorrió las instalaciones de la residencia junto a la directora general de Servicios Sociales, Infancia y Familia, Carmen Núñez, y el director general de la Fundación CB, Emilio Rodríguez.

Frente a las 150 del verano anterior, más de 300 familias se beneficiarán esta vez del programa, que acoge a usuarios con discapacidad intelectual sin restricción de edad o afiliación en las entidades de Plena Inclusión. Durante las estancias, de una semana, sus asistentes realizarán actividades deportivas, talleres creativos y excursiones rodeados de un equipo de 50 trabajadores y voluntarios, además de un estricto protocolo anticovid que va desde test rápidos a la entrada hasta la separación de zonas de ocio. 

Atendiendo a la autonomía, la residencia acoge por semana a un total de 25 personas en caso de altas necesidades o alrededor de 40 para los grupos más numerosos. Todos ellos se dividen posteriormente en agrupaciones más pequeñas atendiendo a edad y necesidades, factores determinantes a las horas de adaptar las actividades y una atención lo más personalizada posible.