El 25% de las mujeres que pone una denuncia por violencia de género en Extremadura vive en la ciudad de Badajoz. Es el dato que aporta Carmen Delgado, técnica de la Oficina de Igualdad pacense, y que provoca que desde el ayuntamiento se pida a la Junta de Extremadura que estudie las necesidades de cada territorio de forma individualizada y no solo de manera global.

«No se puede atender a las víctimas de violencia de género desde un punto de vista único, hay que hacerlo desde una perspectiva local, porque, si no, todo el trabajo que se ha llevado a cabo desde hace muchísimos años se puede perder», dice Antonio Cavacasillas, concejal de Mujer, que argumenta su respuesta en base a la población con la que cuenta Badajoz (casi 153.000 habitantes), pero también mediante un documento presentado al Instituto de la Mujer de Extremadura (IMEx) «que refuerza que una de cada cuatro mujeres víctimas de violencia de género son de aquí. Como, desgraciadamente, ocurren este tipo de cuestiones, habrá que utilizar los fondos públicos, que son de todos, en aquellas localidades que lo necesiten».

Uno de los ejemplos de esta falta de individualización, apunta el edil, se encuentra en la medida que el Ejecutivo regional tomó en junio para reforzar el Punto de Atención Psicológica (PAP). El consistorio pacense recibió una subvención de 24.000 euros, de los cuales 10.000 irían destinados a desarrollar actividades en el tercer sector y el resto, a la contratación de un nuevo profesional de esta área desde julio hasta diciembre del 2021. «Me parece absurdo», dice de manera contundente Susana Gómez, psicóloga municipal en el PAP pacense: «Un psicólogo durante seis meses para mí no ayuda en nada porque no da tiempo a cerrar un programa terapéutico». Primero tiene que hacer una evaluación, luego, una intervención y, antes de dar el alta, un seguimiento cuya duración varía dependiendo de la gravedad del caso. «En ese periodo yo me atrevería a decir que no da tiempo ni a terminar con los más leves», revela.

Una de las consecuencias se daría en la saturación de su servicio, que aumentaría cuando llegue 2022 y el nuevo profesional se vaya. Otra perjudica más a las propias afectadas que se encuentran en tratamiento, que, en caso de que les pille en medio de la terapia (de carácter social y no clínico), tendrían que volver a empezar de cero con Gómez, quien asegura que, en medio de este camino, muchas se acaban perdiendo. Todo ello, explica Cavacasillas, redunda, además, en una revictimización de la mujer.

«Si nos escuchasen, hablasen y preguntasen, a lo mejor podríamos vincular esa partida presupuestaria hacia lo que es realmente necesario», que, en el caso de Badajoz, y según afirma el edil, sería un servicio de asesoría jurídica. 

Delgado, por su parte, señala que la Oficina de Igualdad ya lleva a cabo numerosas campañas de sensibilización, por lo que no entiende que no puedan utilizar desde allí la parte de esa subvención destinada a dicho cometido. «Estamos un poco desconcertados», reconoce.

Reacción de la Junta

La Junta de Extremadura confirma que la Oficina de Igualdad de Badajoz atiende a más del 24% de las víctimas de violencia de género de Extremadura, razón por la cual considera que la capital pacense «debe contar con unos servicios de atención reforzados» y que, por ello, se incrementa el personal destinado a dicha tarea.

Desde la consejería responsable de esta área también responden a las manifestaciones de Cavacasillas puntualizando que «no se puede hacer uso político de la violencia de género, un asunto urgente que necesita del trabajo coordinado de todas las administraciones para su erradicación». Desde el organismo autonómico reiteran, además, que en Badajoz «se ha actuado considerando las necesidades de las mujeres pacenses y buscando siempre mejorar de manera eficaz los recursos destinados en esa ciudad».