En 2020, la pandemia obligó a trasladar la 26 edición del Festival Ibérico de Cine (FIC): de la terraza del teatro López de Ayala, donde se celebra de forma habitual, a los jardines del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (Meiac). Este año, el coronavirus todavía está presente, pero el avance en la vacunación de la población permite que este acontecimiento cultural vuelva a celebrarse en su sede tradicional.

Así comenzó ayer su vigesimoséptima edición, retornando a su lugar de origen. El protagonista de la sesión inaugural fue ‘Listen’, un largometraje portugués realizado por Ana Rocha de Sousa, que estuvo presente ayer en el teatro pacense.

Su trabajo, una coproducción luso-británica, fue la revelación del último Festival de Venecia, donde recibió seis premios, incluyendo el de Mejor Ópera Prima y el Especial del Jurado. «No esperaba este éxito. Lo soñaba, pero no lo esperaba, y es diferente soñar que esperar», cuenta en una entrevista a este periódico.

Fue una satisfacción no solo para ella, sino también para aquellos que han sufrido historias parecidas a aquella que cuenta ‘Listen’: «Ya he tenido conocimiento de una familia que fue ayudada en su proceso gracias a la película, y ese es el mejor premio. Para mi carrera, existirá siempre un antes y después de Venecia».

Además, el reconocimiento que obtuvo el largometraje en el festival italiano le dio un empujón a su recorrido internacional, «por la temática y el propósito de llamar la atención sobre este asunto».

Derechos humanos

Y es que el tema de su película es, como la propia Rocha asegura, muy importante en términos de derechos humanos. La trama, basada en hechos reales, se centra en las adopciones forzadas por las que algunas familias portuguesas estaban pasando en el Reino Unido. Una vez tuvo conocimiento de esto, la directora lisboeta, anteriormente actriz, comenzó a investigar para entender qué estaba pasando. 

La delicadeza del tema, que le ha reportado un gran éxito cinematográfico, fue lo que, por otro lado, le puso bastantes trabas en su camino hasta el resultado final. «Fue un obstáculo en innumerables situaciones y aún lo sigue siendo. No hay mucha gente interesada en hacer películas que puedan traer problemas», cuenta, para después añadir que ella lo hace y lo seguirá haciendo.

Rocha quiere dejar claro, eso sí, que la historia que narra ‘Listen’ es única, como cada caso en este tipo de cuestiones: «Cada familia tiene una situación diferente. Critico los sistemas que se vuelven poco humanistas, que hacen oídos sordos a las vidas y a los sentimientos. Es crucial tener la capacidad de colocarnos en el lugar del otro».

Esa capacidad es la que, precisamente, representa uno de los personajes de la historia. La actriz sorda Maisie Sly interpreta a Lu, la hija de la familia protagonista de la película. La directora deja claro que nunca eligió a esta persona por su discapacidad porque, además, ni siquiera lo siente así: «No me centro en la carencia, sino en el don para la atención y el foco en el detalle que nadie tiene como ella».

Decidió retratar a una niña sorda porque existe un caso real de una pequeña con una dolencia psicológica que perjudicó mucho el proceso de una familia. Rocha quiso tomar ese ejemplo, pero de una manera diferente: manteniendo, al mismo tiempo, el conflicto central de cómo, por un lado, la discapacidad se convierte en lo que la salva pero, por otro, la deja vulnerable porque nadie la quería por ello.

Este es el primer largometraje de Rocha, aunque no su primer trabajo como directora, pues ya cuenta con experiencia en cortos y documentales. Se considera una «apasionada» de este último formato, pero, en este caso, decidió apostar por la ficción para que este asunto se diese más a conocer tomando en España, como punto de partida, un Festival Ibérico Pacense que hoy continúa con el comienzo de la sección oficial del certamen.

A las 22.30 horas, se proyectarán ‘Las puertas del paraíso’, de Lorenzo Pascasio Molinero, ‘Tótem Loba’, de Verónica Echegui, ‘Homeless Home’, de Alberto Vázquez, ‘Genesis 22’, de Edgar Feldman, ‘Yalla’, de Carlo D’Ursi, y ‘Llengua amb tàperes’, de David Mataró.