El centro de día de Llera, cuya gestión, como ya adelantó este diario gestionará la Asociación Extremeña de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y otras Demencias Seniles Nuestra Señora de Guadalupe (Afaex), prestará finalmente un servicio mixto y atenderá tanto a personas con esta enfermedad como a otros usuarios con movilidad reducida u otros problemas cognitivos, a los que se ofrecerán terapias distintas atendiendo a sus diferentes necesidades. Así lo avanzó la presidenta del colectivo, María del Carmen Expósito, quien confió en que estas instalaciones se puedan reabrir antes de que acabe el año, «porque es un servicio necesario y prioritario tanto para los enfermos como para sus cuidadores», defendió. 

Los trámites para que Afaex se haga cargo del centro están «muy avanzados», según reconoció Expósito y confirmó el concejal del Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS), Antonio Cavacasillas. Aunque aún no hay fecha para la firma del convenio a través de que se cederá su uso, este último señaló que solo están pendientes de un informe de Intervención, que se completará con otro del IMSS, para que la adjudicación directa se pueda publicar el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Habrá un plazo de 15 días hábiles para que otros colectivos puedan presentar sus propuestas si así lo consideran y si esto no ocurre, que es lo previsible, se formalizará el acuerdo con la asociación extremeña de familiares de enfermos de alzhéimer. El Ayuntamiento de Badajoz decidió la adjudicación directa en lugar de una convocatoria pública para acortar los plazos de estas instalaciones municipales, cerradas desde junio del 2020, cuando Cruz Roja cerró este recurso por falta de financiación.

La rúbrica de este convenio es condición imprescindible para que Afaex pueda solicitar al Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad) una subvención para concertar como mínimo 25 plazas (la capacidad máxima del centro es de 30 usuarios). Sin financiación externa, para el colectivo es inasumible su funcionamiento. 

Serán las mismas que la asociación tiene en su centro de día de Valdepasillas para media y jornada completa. El precio de esta última (de 9.00 a 18.00 horas, de lunes a viernes) es de 448 euros, con terapias incluidas tanto a usuarios como a sus cuidadores, a los que habría que sumar el gasto del comedor (unos 3,5 euros al día) y el del transporte (unos 87 euros mensuales) si se opta por estos servicios. «Son tarifas asequibles, porque nosotros somos una asociación, no estamos aquí para ganar dinero», recordó Expósito. 

Con estos ingresos, Afaex no puede cubrir los costes (el 75% son de personal), por lo que necesita que las plazas estén concertadas y que el centro esté al completo. La presidenta mostró su confianza en lograr la subvención del Sepad (también están llamando a otras puertas para conseguir fondos), mientras que el concejal del IMSS recordó que el pasado septiembre en la reunión que mantuvo con el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, para abordar la reapertura de este recurso, este último garantizó esta ayuda a la asociación para que se hiciera cargo del centro de día.

Las instalaciones, que antes de cederlas a Cruz Roja abrieron como concesión municipal, aunque la actividad cesó al poco tiempo, están, según la presidenta de Afaex, en «perfectas condiciones», por lo que para su puesta en marcha solo sería necesario realizar una limpieza. El centro cuenta con dos salas comunes, de fisioterapia, psicología, para trabajo social y despachos.

En estos momentos, 39 de las 40 plazas que oferta la asociación en Valdepasillas están cubiertas. Aunque ahora no existe lista de espera a causa de la pandemia, pues muchas familias han optado por mantener a estas personas en casa ante el temor a los contagios, la previsión es que cuando la situación sanitaria mejore «se produzca una avalancha». Tanto Expósito como Cavacasillas reconocieron que en la ciudad existe necesidad de plazas en centros de día para enfermos de alzhéimer, una enfermedad cuya prevalencia va en aumento, pues este tipo de recursos beneficia tanto a los afectados, que reciben una atención especializada, como a sus cuidadores, a los que permite disponer de unas horas de respiro y conciliar su vida laboral y familiar.