La parte de abajo fue comprada en 1987 a un anticuario que, a su vez, la había recibido de una familia de Llerena después de arrancarla de un convento en ruinas desde el siglo XIX. La de arriba se encontró en las excavaciones que se llevaron a cabo en 2010 en el yacimiento romano de Regina.

Ambas compartieron espacio durante un tiempo en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz sin tener nada que ver la una con la otra, hasta que Andrés Silva comenzó a investigar y descubrió que la diosa Juno había encontrado a su otra mitad.

«La historia de esta estatua es un tanto particular», cuenta este arqueólogo. Él fue quien comenzó a investigar la posible correlación entre las piezas, aunque destaca que, al final, fue un trabajo en equipo. El hallazgo tuvo lugar hace ya una década, poco tiempo después de que el torso de Juno ingresase en el museo, pero no ha sido hasta ahora cuando se han dado las circunstancias perfectas para poder exponer el conjunto.

Tomaron medidas antropométricas, estudiaron la huella de las herramientas del escultor y su estilo hasta que, finalmente, descubrieron que todo coincidía: «No podemos asegurarlo al 100% porque le falta una parte, pero hay un altísimo porcentaje de seguridad».

Ese fragmento es el que se perdió al esculpir un escudo nobiliario detrás de las piernas de una escultura que data del siglo II d.C., aunque dicha talla se realizó mucho después. Más concretamente, en el siglo XVI, puesto que pertenece a Sancho de Paz, contador mayor de Carlos V. «El reciclaje está a la orden del día», apunta Silva respecto a esta anécdota.

Signoguía

Además de la nuevas piezas, el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz dio a conocer también una signoguía destinada a aquellas personas que tienen una discapacidad auditiva.

Se trata del primer museo extremeño y uno de los pocos nacionales que cubre esta necesidad, manifiesta Guillermo Kurtz, director de la institución: «Es un paso más hacia la accesibilidad. En este museo, la física es infame, pero ya tenemos adaptaciones para sordos y ciegos»

Kurtz también remarcó la intención de ampliar el museo para poder exponer todas las piezas con las que cuenta. A la hora de dar una fecha, le lanzó el guante a la consejera de Cultura, Nuria Flores, que también acudió ayer al museo para visitar las novedades y que tampoco se atrevió a dar una respuesta firme: «Ojalá pudiésemos tener dos o tres museos arqueológicos. Nos falta espacio, pero de momento hay que conformarse con lo que tenemos y aprovecharlo».