Todos habían meditado cuál iba a ser su papel en el pleno extraordinario que se celebró ayer en el Ayuntamiento de Badajoz. El orden del día incluía un único punto: la renuncia de Francisco Javier Fragoso al cargo de alcalde, para cumplir así el pacto de alternancia firmado al inicio de la legislatura que debe permitir que durante los dos próximos años agarre el bastón de mando Ignacio Gragera, de Ciudadanos, que solo obtuvo 4 concejales en las últimas elecciones municipales. Desde ayer es alcalde en funciones.

Pero Gragera no las tiene todas consigo. De hecho, el pleno de investidura estaba inicialmente previsto el próximo viernes, 18 de junio, coincidiendo con la inauguración de la Feria de San Juan. Ayer no había fecha decidida. Gragera no pudo concretarla. El problema, aunque no lo mencionó, es el exconcejal de Vox y ahora concejal no adscrito, Alejandro Vélez, que fue el gran ausente en la cita de despedida de Fragoso. No asistió. Según el candidato de Cs, Vélez tenía una cita médica que coincidía con el pleno, pero su ausencia se interpreta como una medida de presión para que se atiendan sus peticiones, a pesar de que Gragera ya ha dicho por activa y por pasiva que cuenta con él en su equipo.

Todo puede suceder hasta el pleno de investidura, que tiene que celebrarse antes de 10 días hábiles. Todo, hasta que el próximo alcalde sea socialista. El portavoz municipal el PSOE, Ricardo Cabezas, y antes que él el secretario provincial del partido, Rafael Lemus, no descartaron ayer que pueda ocurrir y que gobierne la lista más votada. Cabezas presentará su candidatura en el pleno de investidura y para que pueda ser alcalde bastaría con que Vélez o alguno de los concejales de Cs se abstuvieran. A todos ellos tendió la mano Cabezas a la salida de pleno. Tan fácil como eso y a la vez tan difícil. PSOE y Unidas Podemos suman 13 votos, los mismos que PP con Cs. Vélez marca la diferencia. Si se abstiene y hubiese empate, gobernarían los socialistas. Está por ver que el exconcejal de Vox permita al PSOE hacerse con la alcaldía.

Los portavoces acudieron con un discurso preparado y distintas intenciones. No todos los días dimite un alcalde. Fragoso optó por la calma y la emoción de la despedida, ni siquiera contestó a los exabruptos de Cabezas. Ya arremetió contra el portavoz socialista el día anterior, cuando compareció con varios alcaldes pedáneos y concejales de su grupo para dar cuenta del auto de la Audiencia Provincial que archiva la denuncia del PSOE por cobros indebidos en los poblados. Fragoso atacó a Cabezas, a quien acusó de actuar en «connivencia» con el grupo de Facebook que tanto daño le causó –a él, a su equipo y su familia- la legislatura pasada y que aún arrastra. Tras esta puesta en escena, Cabezas había decidido que ayer no podía callarse y en el pleno de despedida de Fragoso optó por el reproche y la descalificación.

Mala relación

Son conocidas las malas relaciones personales entre ambos y el portavoz socialista no las disimuló. Tanto fue así que cuando a la salida del pleno coincidieron en la esquina de San Juan, ni se saludaron y, al terminar la sesión, cuando el resto de la corporación despedía a Fragoso con aplausos, tras 26 años de dedicación a la política municipal, todo el grupo socialista se levantó y abandonó sus escaños para no ser partícipe de este brindis.

Ricardo Cabezas, ayer, tras el pleno de renuncia de Fragoso. S. GARCÍA

El pleno comenzó con un minuto de silencio en recuerdo de Alicia, la mujer asesinada en Marmolejo (Jaén) víctima de violencia de género. A continuación, Fragoso dio la palabra a los portavoces antes de ofrecer el discurso que llevaba preparado como mensaje de despedida, aunque el orden del día solo consistía en dar cuenta de su renuncia.

Cabezas fue el primero en intervenir y no escatimó en ofensas. «A usted lo echan los ciudadanos, que no lo quieren», soltó. «Y lo mismo en su partido, que no lo quieren ni para disputar las primarias». El portavoz socialista señaló que «hoy es un gran día para la ciudad». «El tiempo -dijo- pone a cada uno en su sitio y ha sido una injusticia soportarlo cada día». «Nadie entendía tanta prepotencia y altanería para no solucionar nada», le dirigió y lo acusó de haber sido «un arma para el enfrentamiento y para crear hostilidades». Le reprochó también que haya utilizado el cargo y lo que representa «en beneficio propio» y que para Fragoso Badajoz siempre haya sido «lo segundo». Lo acusó de estar obsesionado con él y le criticó que le achaque ambición después de que él mismo haya estado tantos años asumiendo cargos. Cabezas cree que gracias a él Fragoso se va. «Cuanto mejor me ha ido electoralmente, peor le ha ido a usted». Por eso le pidió que se vuelva a presentar en el 2023, porque tiene claro que su obsesión por él no terminaba ayer. «He librado a la ciudad del peor alcalde de este periodo democrático», comentó y lo acusó de «manipulador y soberbio». «Es un orgullo decir que nosotros nos quedamos y usted se va con todo su veneno y su deshonor», señaló y centró su intervención en la «fijación» que, según, Cabezas tiene hacia él Fragoso. «Usted se va y eso es buenísimo para Badajoz, se tendrían que encender los fuegos de San Juan, váyase y no se lleve la puerta, deje el coche oficial, porque hay más vida después de la política», para terminar criticando que las razones que ha esgrimido para marcharse no son ciertas. No cesa por su familia y sus amigos, como ha dicho, sino que «lo cesó la ciudadanía», según el portavoz socialista. A esta ristra de desprecios Fragoso contestó «agradeciendo de corazón sus palabras».

Por su parte, la concejala de Unidas Podemos, Erika Cadenas, fue mucho más suave, «porque no quiero contribuir al circo bochornoso» de los últimos días, a pesar de la distancia que la separa de los populares, también en la forma de repartirse la alcaldía entre el PP y Cs, «que ha dejado la ciudad en manos del mejor postor». «Otros vendrán que bueno le harán», le dijo la portavoz, que le deseó suerte y éxito «en lo personal, no tanto en lo político», «porque aquí lo recordaremos los dos años que quedan». «El aprecio personal es mutuo», le respondió Fragoso.

Agradecimientos

Los portavoces de Cs y del PP le brindaron palabras de agradecimiento. El potencial futuro alcalde, Ignacio Gragera, agradeció a Fragoso su «dedicación» y reconoció que estos dos años han sido «especialmente complicados y difíciles», además de «un reto». Según Gragera, el equipo de gobierno ha funcionado bien «y puede ser espejo de otros muchos en esta región y en este país». Para él, se abre ahora una nueva etapa «con un equipo ya hecho». «Os deseo la mayor de las suertes a todos», le contestó Fragoso. María José Solana destacó que Fragoso no haya respondido a «faltas de elegancia y de dignidad».

Gragera, tras el pleno, rodeado de los medios de comunicación. S. GARCÍA

El pleno terminó con la intervención del alcalde saliente, que recordó que tenía 23 años cuando llegó en junio de 1995 al ayuntamiento. Está a punto de cumplir 50. «Hoy debo deciros adiós», manifestó, utilizando el verbo que describe fielmente por qué se va. «He intentado poner todas mis capacidades, mi tiempo y mi esfuerzo al servicio de Badajoz», añadió. Durante casi tres décadas ha formado una familia, ha perdido a su padre, ha enterrado a tres alcaldes y varios concejales «y he tenido la oportunidad de desarrollar una vocación política que descubrí siendo estudiante universitario». «Servir a Badajoz como concejal y como alcalde ha sido un placer y un privilegio», defendió y en su discurso estuvo muy presente su antecesor, Miguel Celdrán. «No ha sido fácil sustituirlo», reconoció. «Ahora en cumplimiento de mi palabra» presenta su dimisión. Mencionó el tiempo y la atención que ha hurtado a su familia y a sus amigos y se mostró agradecido con todos los concejales, a quienes mencionó uno a uno por su nombre de pila, incluidos los de Ciudadanos y el no adscrito, con especial referencia a María José Solana. «Me quedo con el cariño de la mayoría», también con el que le transmitieron desde el PSOE y desde el gobierno regional a lo largo de la mañana y deseó que el tiempo le permita superar el daño o el desencuentro que haya podido tener con alguien. «A partir de este momento dejo de ser vuestro alcalde», se despidió.

Acompañado de su madre, su mujer y su hijo, Fragoso abandonó el ayuntamiento, justo cuando se cumplían ocho años y tres meses de su investidura. Seguirá como concejal hasta que sea elegido su sucesor, pero ya no volverá a sentarse en la presidencia del salón de plenos.