Conocer más y mejor las características de las personas con inteligencia límite para poder prestarles una atención de calidad sin que se pierdan en el sistema. Es el objetivo de las tres guías dirigidas a profesionales del ámbito jurídico, educativo y de los servicios sociales que ha editado la Fundación Magdalena Moriche para tratar de avanzar en la visibilidad de este colectivo a través de la formación y sensibilización de diferentes sectores y derribar las barreras con las que a diario se topan. 

A través del proyecto ‘Igual que tú 2.0’, financiado por el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia (Sepad), 135 profesionales de la judicatura, los servicios sociales y la educación han participado en 17 jornadas de formación, en las que se han evidenciado los problemas y dificultades que existen en muchas ocasiones en su trato con las personas con inteligencia límite, pero que también han servido para que se pongan sobre la mesa las claves para superarlos. 

Para que lo abordado en esas jornadas tenga un mayor recorrido, su contenido se ha compilado en estas tres guías, que ya han llegado a un millar de profesionales de la educación, a 650 del ámbito jurídico y más de 200 de los servicios sociales. «Queremos que sigan llegando a todos los sitios que sea posible, para que las personas con inteligencia límite dejen de ser invisibles y disfruten de los servicios que necesitan, porque si se las atiende desde el principio formarán parte del sistema», defendió ayer la presidenta de la fundación, Magdalena Moriche, en su presentación.

Las guías comparten un contenido común sobre la inteligencia límite, sus causas o las características del colectivo, así como una información específica en función de a los profesionales a los que se dirigen sobre cómo detectarla en cada ámbito laboral y cómo actuar para tratar de garantizar que se les presta la mejor atención posible. 

Magdalena Moriche estuvo acompañada en la presentación de las guías por la gerente de la fundación, Marta Plasencia, Luis Ceballos, asesor de Atención a la Diversidad, Convivencia y Coeducación del Centro de Profesores y Recursos (CPR), y el fiscal jefe de Badajoz, Juan Calixto Galán, quien junto con el fiscal Antonio Luengo, ha colaborado en la dirigida a los profesionales jurídicos.

El fiscal jefe alabó esta iniciativa «de inclusión» y defendió la necesidad de seguir avanzando para que la cláusula de igualdad sea plena. En este sentido, en lo que compete a su ámbito profesional, abogó por mantener la línea de trabajo que se ha iniciado en la fiscalía para facilitar lo máximo posible a este colectivo la compresión de los actos jurídicos que les afectan, con un lenguaje sencillo, alejado de formalismos y que permita a estas personas entender «todo lo que tenga consecuencias para ellas», dijo. Además, insistió en la importancia de la figura del «facilitador», alguien de confianza que pueda acompañarlas para explicarles las decisiones jurídicas, «pues la dignidad exige entendimiento», aseveró.

Por su parte, Ceballos señaló que, a través del CPR, esta formación ha llegado a 90 docentes, a los que también se ha informado de las entidades a las que pueden recurrir para orientarse. El ámbito educativo, según aseguró Magdalena Moriche, es «clave» para la detección temprana de la inteligencia límite, pues hay usuarios que llegan demasiado tarde a la fundación, siendo ya adolescentes o adultos, algo en lo que también tiene mucho que ver el papel que juegan las familias. «No deben ocultarlo, deben dar visibilidad a esas personas. Si son visibles, los derechos están encima de la mesa; si son invisibles, están en un cajón», subrayó Moriche.

La repercusión de las guías, según señaló la gerente de la fundación, ya se está percibiendo, pues están recibiendo más llamadas buscando orientación. Las próximas estarán dirigidas a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.