Un título inquietante: ‘No oigo a los niños jugar’. Es la última novela de Mónica Rouanet (Alicante, 1970). Su propia autora reconoce que «es diferente al resto» porque tiene más de thriller, aunque no es de terror, mientras que las anteriores son de intriga negra. «La gama se ha ampliado y podría ser una novela gris marengo», bromea. Aunque en casi todas sus obras hace denuncia social, en la última remarca «la poca empatía que tenemos con los que son diferentes, en especial cuando son niños o adolescentes con una discapacidad o una disfuncionalidad psicológica». Algo de lo que sabe bastante, pues lleva 20 años trabajando con menores en desventaja social. La historia surgió porque la destinaron a un nuevo espacio en un edificio en Madrid que no conocía porque desde la calle no se ve, de arquitectura franquista, «que da un poquito de miedo». Lo primero que le contaron es que fue un orfanato residencia de niños sordos. Quiso unir lo que había sido antes con lo que es ahora, que trabaja con chicos con un trastorno psicológico. La protagonista, Alma, tiene 17 años y sufre un shock postraumático tras un accidente de coche con su familia y es ingresada en una clínica psiquiátrica. Es el hilo conductor. «En esta novela vemos la historia desde la perspectiva de los adolescentes con patologías, no desde el adulto que trata con los adolescentes, estamos tan perdidos como ellos dentro de la clínica».

Su anterior título, ‘Despiértame cuando acabe septiembre», fue número uno en ventas durante 22 semanas en el confinamiento. Podría haberle dado vértigo continuar. Su autora reconoce que no tenía nada que ver con la última. Acaba de terminar la siguiente, que saldrá el próximo año. Pero ahora está disfrutando de la promoción de ‘No oigo a los niños jugar’, una actividad que reconoce que le «encanta» y para la que se ha tomado un año sabático en el trabajo. «Me gusta hablar con los lectores porque aprendo un montón de lo que me dicen, si les ha gustado por qué y si no, también». Y por supuesto, es una gran lectora: «La mejor escuela es leer a otros, decidir qué te gusta y copiar la forma, el método».