La Audiencia Provincial de Badajoz ha condenado a 20 años de prisión al hombre acusado de obligar a quien era su pareja a mantener relaciones sexuales no consentidas, y por agredirla y retenerla posteriormente, hechos que tuvieron lugar en una vivienda de la capital pacense en junio de 2018. Así lo ha confirmado la abogada de la acusación, Belén Hernández, quien ha manifestado que la sentencia establece además el pago de una indemnización de más de 6.300 euros.

Los hechos fueron juzgados a final del pasado marzo en la audiencia pacense, a puerta cerrada. Durante la vista el procesado negó los cargos que se le imputaban, por lo que la defensa pidió su absolución, mientras que la fiscalía y acusación particular solicitaron 20 y 21 años de prisión, respectivamente.

El suceso tuvo lugar en junio de 2018 en una vivienda de la capital pacense donde, como expresaba el escrito del fiscal, el acusado y la mujer convivían desde hacía un mes. El condenado requirió "en modo violento y persistente" a la víctima, despertándola previamente al estar dormida en el sofá, la práctica de relaciones sexuales, lo que llevó a cabo pese a su negativa. Momentos después, y "enfadado por la llamada telefónica" que había recibido la víctima, la insultó, le dio empujones y la sujetó de los pelos para desplazarla desde el salón de la vivienda hasta el cuarto de baño, lugar donde la retuvo. Más tarde la condujo de nuevo al salón, donde le dijo que "se callase o la mataba", todo ello al tiempo que le colocaba un cuchillo a la altura del cuello, para luego introducirle un trapo en la boca y atarle las manos a la espalda con un cable, indicaba la fiscalía.

En esta situación el hombre le administró contra su voluntad tranquilizantes hasta que la mujer finalmente se durmió, expresaba el escrito de acusación. El acusado custodió durante toda la noche el teléfono móvil de la víctima y sus llaves de la vivienda, con lo que impidió que pudiese pedir ayuda, hasta que a las 9.00 horas de la mañana la despertó para que acudiera a su trabajo, momento en el que ella pudo tras abandonar el inmueble denunciar los hechos en dependencias policiales.