Los conductores de los autobuses urbanos han permanecido en primera línea desde que comenzó la pandemia, porque prestan un servicio considerado esencial a los ciudadanos, con los que mantienen un contacto permanente, lo que, en su opinión, los hace más vulnerables al contagio. A pesar de ello, la estrategia de vacunación frente al covid no los ha incluido como colectivo de riesgo para darles prioridad, aunque sí se ha tenido en cuenta a los del transporte escolar. El comité de empresa de Tubasa, la concesionaria de los autobuses urbanos en Badajoz, reclamó ayer que Salud Pública los considera como grupo prioritario «con una función social esencial» y proceda «en el plazo más breve posible» a vacunar a estos trabajadores.

Antonio Villalba, presidente del Comité de Empresa de Tubasa, señaló ayer que ya se ha vacunado a otros colectivos profesionales considerados prioritarios y se debería haber incluido el transporte urbano en este grupo de vacunación. Ahora lo han pedido y van a esperar la respuesta de la Administración antes de dar nuevos pasos. En Tubasa hay en torno a 120 conductores. Sí reconocen que en los vehículos existen medidas y material de prevención «desde un principio». A pesar de ello, insisten en que «el riesgo siempre está ahí», porque trabajan en un habitáculo con viajeros que suben y bajan. Que ellos sepan, hasta ahora no se ha producido ningún contagio en los autobuses urbanos.