El uso indebido por parte de los ciudadanos, la falta de mantenimiento por el Ayuntamiento de Badajoz y las constantes denuncias de ciudadanos y colectivos por los daños causados al entorno natural. Son las razones que han llevado a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) a tomar la decisión de clausurar «en los próximos meses» cuatro áreas recreativas habilitadas en el entorno del Gévora, que se van a desmantelar y cerrar al paso de vehículos debido a la degradación que presentan por la acumulación de basura, escombros y todo tipo de desechos y donde incluso han aparecido restos de pequeñas hogueras, que podrían haber supuesto un daño a un mayor en una zona «de importante valor ambiental», según explicaron ayer fuentes del organismo de cuenca.

Las cuatro áreas de uso social que se va a eliminar están situadas en las proximidades de la ciudad y se ubican en puntos considerados «singulares por su riqueza paisajística». En concreto se trata de la existente en el paraje conocido como la Playa de los Seiscientos, cerca de Valdebótoa; la que hay junto al puente de Cantillana; y dos cercanas a la desembocadura del río Gévora en el Guadiana. 

La CHG sacó a licitación a principios del pasado mes de marzo un contrato menor para retirar todos los elementos de uso recreativo de estas áreas (mesas, bancos, carteles, contenedores de basura de obra), así como para la instalación de barreras naturales que impidan el acceso de vehículos y la regeneración de las plantaciones en estos entornos. Además, se limpiarán de basura y otros restos todas las zonas. Las actuaciones ya se han adjudicado a la empresa Jogosa Obras y Servicios por importe de casi 38.000 euros (el presupuesto base de licitación era de 48.380 euros) y el plazo de ejecución de los trabajos es de un año.

Según recordó ayer la Confederación Hidrográfica del Guadiana, en julio del 2017, a solicitud de colectivos ciudadanos, se pusieron en valor estas áreas recreativas, en las que se realizó un limpieza intensiva, se colocó cartelería y se sustituyeron las infraestructuras deterioradas, además de llevara a cabo tratamientos de desbroce en diferentes puntos del Gévora y el Guadiana en el término municipal de Badajoz. Sin embrago, el organismo lamentó que desde entonces han sido «constante» la acumulación de basura, escombros y los daños a la vegetación de la ribera debido a que los usuarios «no han respetado» el medio, un problema que, según la CHG, «se agrava» porque los servicios municipales no retiran los desechos en estas zonas, pese a que es la administración «competente» para acometer el mantenimiento y conservación de los cauces públicos en los tramos urbanos del río. En este sentido, el organismo recordó que ya ha venido advirtiendo durante este tiempo que si no se procedía a ese mantenimiento, tomaría las medidas que fueran necesarias para evitar que se siguieren produciendo daños en estos enclaves «de alto valor ambiental y que se encuentran localizados dentro de Espacio de la Red Ecológica Natura».

Sobre las labores de limpieza y conservación de estos entornos, la CHG aseguró que, pese a que no son funciones que tenga atribuidas el organismo de cuenca, sus operarios han retirado en numerosas ocasiones estos restos, sin que haya surtido efecto ni la cartelería disuasoria y de ordenación de usos que se ha colocado, pues la suciedad ha persistido. Incluso, según recordó, en dos de estas áreas se construyeron contenedores de basura de obra para que los usuarios pudieran depositar sus desechos, pero tampoco tuvieron el efecto deseado, y los restos se han mantenido en los contenedores, sus alrededores y esparcidos por toda la zona. Aunque fuentes de la confederación apuntaron que, aunque el aumento de usuarios que acuden a estos enclaves debido a las limitaciones de movilidad por la pandemia ha hecho que la basura prolifere, reconocieron que el problema no es nuevo y se viene advirtiendo del mismo desde hace varios años.