Más de un año después de la fecha en la que el Ayuntamiento de Badajoz anunció que los poblados tendrían servicio de autobús urbano los fines de semana y los festivos de apertura del comercio, este compromiso sigue sin cumplirse. Lo denunció ayer el portavoz del grupo municipal socialista, Ricardo Cabezas, quien recordó que el concejal de Transportes, Jesús Coslado, tras realizar una experiencia piloto para sondear el número de usuarios y horas de mayor demanda, avanzó que a finales de enero del 2020 la antigua reivindicación de los vecinos de las pedanías de contar con autobuses urbanos los fines de semana sería atendida.

Sin embargo, en abril del 2021 ese anuncio continúa siendo «un quimera», criticó Cabezas, que acusó al equipo de gobierno de «prometer de más y sin ningún tipo de rigor». En este sentido, también se refirió a que en la última campaña electoral, el PP ya avanzó su intención de implanta un servicio de autobús a demanda en las pedanías, que funcionaría los fines de semana, festivos de apertura del comercio o en fechas de actividades especiales, como la Noche en Blanco o la Semana Santa, así como que el el punto 26 de acuerdo de gobierno entre los populares y Ciudadanos se recogía que en los 100 primeros días de legislatura se ampliaría este servicio a los poblados a los 7 días de la semana.

El portavoz socialista reprochó la «falta de coherencia» por parte de ambos grupos municipales e instó a Alejandro Vélez, concejal de Poblados, que exija al alcalde, Francisco Javier Fragoso, y al primer teniente de alcalde, Ignacio Gragera, que cumplan esta promesa. «Nosotros lo apoyaríamos (a Vélez), pues no estamos dispuestos al maltrato en pedanías solo porque allí el PSOE tiene mayoría absoluta», dijo.

Cabezas defendió que ya no valen «excusas» para que este compromiso con los vecinos de las pedanías se siga retrasando, una vez que la concesionaria del transporte urbano, Tubasa, ya ha retomado la «normalidad». Para el PSOE, es «una vergüenza» que se realizara un estudio para valorar la implantación del servicio en los poblados, «13 años después» de haberlo anunciado por primera vez, y se pusieran en marcha las líneas M1, M2, M3 y M4 sin ningún tipo de experiencia previa «cuatro meses antes de las últimas elecciones municipales».

Los socialistas criticaron que la concesionaria «haga y deshaga a su antojo» y reclamaron «más control» por parte del ayuntamiento, pues, según su portavoz, es Tubasa la que marca las pautas sobre el funcionamiento de la red de transporte público en la ciudad. En este sentido, señaló que el déficit del servicio «siempre ha ido a más» y advirtió de que «no conviene abusar».

Este diario solicitó respuesta al ayuntamiento sobre la denuncia del grupo municipal socialista, pero no la obtuvo.