De modo inesperado, quizás por primera vez -puede que haya sido la segunda- una concejala del ayuntamiento badajocense ha sido lo suficientemente sensata como para admitir que las obras del cinturón verde proyectado para rodear parte del recinto abaluartado podrían retrasarse por la previsión de hallazgos arqueológicos. Ha hecho bien. Por lo menos en el Palacio Municipal han comenzado a entender como en una ciudad histórica y habiendo practicado sondeos en las cercanías, con resultado positivo, marcar plazos exactos sin haber investigado por completo el solar afectado es un error mayúsculo.

Aparecerán restos y no creo equivocarme si lo vaticino, aunque los arqueólogos no debemos hacer de zahoríes. Pero esta actitud es un progreso. La misma concejala se encaró no hace tanto con la directora de la excavación del Fuerte de San Cristóbal y le prohibió comunicar a nadie la aparición de restos de la Edad del Bronce (¡!). Hay quien aprende.

En esa zona de la ciudad, amén de los inevitables elementos de la fortificación -escarpa, foso, contraescarpa, barrera- se documentaron ya silos/basureros de época árabe. Esos pozos para almacenar grano o bellotas, característicos de las ciudades andalusíes hasta, por lo menos, el siglo XII. Su contenido, no solo los objetos, aporta una enorme cantidad de información respecto a la economía de las ciudades medievales. Siempre que se hagan los pertinentes análisis arqueozológicos y arqueobotánicos. Nunca se llevan a cabo, por falta de presupuesto, dicen. La Junta, siempre tan celosa de hacer cumplir la normativa, debiera obligar a hacerlos también en los yacimientos medievales. Además, ya han aparecido en Badajoz tantos ejemplos de semejantes estructuras negativas como para ir dibujando los perfiles de la plaza islámica, más allá de lo que indican los restos de muralla. Porque nunca lo silos/basureros aparecen dentro de las viviendas contemporáneas y, a veces, con la boca sellada por otras posteriores. Este tipo de almacenamiento parece haber tenido carácter familiar y se dejó de emplear sin motivo aparente que lo justifique. Quizás se tratase de un cambio climático. Seguro, se sustituyó por otro método, en altura.

Faltan aún evidencias. Y análisis.