Niños y jóvenes de 12 a 17 años exponiendo sus puntos de vista y debatiendo sobre posibles soluciones para los campos de refugiados, el futuro del Sáhara, el matrimonio infantil, los transgénicos, el permiso de armas, la transexualidad, la energía nuclear o la legalización de la marihuana. Ocurrió ayer en el instituto Rodríguez Moñino de Badajoz, convertido en sede de Naciones Unidas gracias al proyecto de innovación Badajoz Mun, del Centro de Profesores y Recursos. Hasta 20 debates se abrieron en otras tantas clases.

Casi 400 alumnos de todos los niveles de Secundaria y de Bachillerato desempeñaron el papel de delegados de lo distintos países en diferentes comités, como Acnur, Unesco, Unicef o el Consejo de Seguridad, y a lo largo de la jornada participaron en discusiones formales e informales para intentar consensuar resoluciones, que plantearon los propios estudiantes y redactaron, siguiendo el esquema con el que se adoptan los acuerdos de la Naciones Unidas. El vídeo de bienvenida lo envió la comisión española en la ONU, en Nueva York, lo que demuestra su apoyo a esta iniciativa.

Se trata del Primer Modelo de Naciones Unidas en Extremadura. Según explicó su coordinador, Valentín Velasco, se presentó en septiembre con la idea de crear una simulación del funcionamiento de la ONU. Lo que se desarrolló ayer en las aulas del Moñino ha conllevado un gran trabajo previo, del que los estudiantes son los auténticos artífices, pues los docentes (participan 18) eran observadores. Los alumnos comenzaron con un discurso de apertura de lo que su país piensa sobre el problema y los demás expresaron su opinión. De estos debates surgieron algunas crisis que hicieron cambiar la mentalidad expuesta de los intervinientes y finalmente surgieron las resoluciones. Todas las aprobadas se remitirán a la ONU «donde nos han recibido estupendamente, virtualmente».

La idea era que participasen alumnos de varios centros, también de la universidad, pero la pandemia lo ha impedido. El próximo curso, si es posible, así se hará y se mezclarán estudiantes de distintos niveles. Los presidentes de cada comité y los mejores delegados recibieron diplomas de manos de la delegada provincial de Educación, Olga Luengo. Según Velasco, servirán a la hora de entrar en algunas universidades, pues demuestran que «son alumnos implicados».

Como lo es Rocío Herruzo, la secretaria general de la ONU en el Moñino, elegida para el cargo por el coordinador por debido participación (on line) durante el curso pasado en Hispamun, en un instituto de Colombia. «Disfruté mucho de la experiencia y creí que en este centro se debía organizar también para poder vivirla», explicó. Ayer ejerció de presidenta de su comité, Acnur, sobre derechos humanos. Como en el resto de las clases, sus compañeros, más que interpretar un papel demostraron un verdadero interés por problemas globales del mundo en el que viven y del que forman parte.