El cierre decretado por la Junta de Extremadura del comercio y la hostelería en las localidades más afectadas por los contagios ha provocado la reacción inmediata de los afectados, que consideran la decisión injusta y muy perjudicial para su actividad. En Badajoz, el centro comercial de la calle Menacho y su entorno ha convocado hoy al mediodía una cacerolada en extremo de la calle próximo a Ramón y Cajal, en la que ha participado medio centenar de afectados y a la que ha asistido el alcalde, Francisco Javier Fragoso, acompañado de parte de su equipo de gobierno, incluido el concejal de Comercio y portavoz de Ciudadanos, Ignacio Gragera, y el concejal de Vox, Alejandro Vélez.

Los comerciantes han acompañado su concentración con el ruido de cacerolas y aplausos para que se oyera su protesta y concienciar a los ciudadanos sobre la crítica situación del sector. Al finalizar, Marta Soto, portavoz y miembro de la junta directiva de la asociación de comerciantes, ha señalado que las medidas adoptadas por la Junta de Extremadura suponen que "nos están midiendo a todos por el mismo rasero cuando creemos que el pequeño comercio en todo momento hemos cumplido religiosamente con la desinfección, con el ozono, con las mascarillas y sobre todo con el aforo de las tiendas". La prueba, según ha contado, es que "por desgracia" no había aglomeraciones en las calles "por las circunstancias" y si en alguna tienda las había, los clientes estaban en la calle manteniendo las distancias de seguridad. "Creemos que el problema está en los centros comerciales y es injusta la situación", ha reiterado. Al mismo tiempo, en nombre del pequeño comercio, ha reclamado que el cierre no se alargue más tiempo "porque no es la manera de solucionarlo" y ha pedido "que nos dejen al pequeño comercio trabajar, solo pedimos eso".

También el equipo de gobierno local defiende que el cierre del comercio y la hostelería en Badajoz no se prolongue más allá de una semana y que la Junta de Extremadura arbitre medidas para ayudar a estos sectores, según ha manifestado Gragera durante la rueda de prensa después de la Junta de Gobierno Local. Tras la cacerolada, el alcalde, por su parte, ha declarado que su presencia ha sido para transmitir el apoyo del gobierno municipal al pequeño comercio, "que está atravesando una situación francamente complicada" sobre todo ahora coincidiendo con la campaña de rebajas, en la que "se juega parte de su futuro". Ahondando en las palabras de Gragera, Fragoso ha señalado que "el Ayuntamiento de Badajoz no discute las medidas sanitarias, aunque sí podemos tener capacidad de reflexionar sobre ellas y lo que no puede ser es que al pequeño comercio se le obligue a cerrar y las ayudas lleguen mal o tarde". Según el alcalde, todavía hay ayudas de la comunidad autónoma que no se han pagado. "Al pequeño comercio hay que apoyarlo porque es un sector absolutamente fundamental en la ciudad de Badajoz, donde el comercio da empleo a unas 10.000 personas y necesita el apoyo de toda la Administración".

Durante la concentración, un espontáneo ha pedido en medio de los congregados que se unan y protesten contra las medidas que impiden seguir trabajando. Se trata de un autónomo de Villafranca de los Barros, Francisco Manuel Carranza, que se ha trasladado a Badajoz al conocer que había una protesta convocada.