La semana pasada traté sobre la gran oportunidad que pueden tener muchos municipios, y entre ellos muy especialmente Badajoz, con la posibilidad de usar los remanentes y superávit de tesorería, que han estado limitados los últimos años. Permitirá afrontar grandes retos locales en poco tiempo que hubiesen costado décadas. Hoy trataré de las grandes oportunidades que puede tener Extremadura en estos próximos años con los fondos europeos para la recuperación, pero no solo estos, sino los enfoques de la recientemente aprobada Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo y el próximo Marco Financiero Presupuestario Plurianual 2021-2027, incluida la nueva PAC recién aprobada en sus líneas básicas. Hay grandes oportunidades por delante, pero hay que lucharlas, gestionarlas y ejecutarlas, para que la región de un salto y venza retos históricos.

En la reciente Cumbre Ibérica de Guarda se acordaron de manera muy concreta la construcción de la conexión entre Moraleja y Castelo Branco, que tantos años lleva esperando, así como la construcción de un puente entre Cedillo y Niza, otros de los retos pendientes. Otras actuaciones mencionadas estaban relacionadas con las coberturas digitales en 5G, con especial concreción del corredor para coche autónomo entre Évora y Mérida. Una de las condiciones que parece que Europa ha impuesto para la concesión de las ayudas ha sido la finalización de la Red Básica de Transeuropea de Transportes (RTE-T) que en lo que a nosotros nos afecta es el ramal del Corredor Atlántico de Alta Velocidad Mixto de mercancias y pasajeros entre Madrid y Lisboa/Sines. Por mucho que se oigan voces contrarias a esta conexión, la decisión es de la UE, y en esta ocasión tiene la sartén por el mango, y deberá hacerlo cumplir independientemente de las presiones de lobbies locales o intereses políticos de España y Portugal, y nosotros desde Extremadura deberíamos estar muy atentos para exigir este cumplimiento.

Los fondos nos deben permitir impulsar la aceleración de la electrificación y mejora del resto de las vías ferroviarias de toda la región, con especial importancia de la conexión con Puertollano. Y dentro de este proceso de transición medioambiental y desarrollo de las energías renovables se debe impulsar la producción y distribución de Hidrógeno Verde, sin el cual tiene poco desarrollo el incremento de la energía renovable solar. Otro de los retos es la conexión por autovía entre Lisboa y Valencia, que tantos años lleva esperando justificándose por conflictos locales. A lo mejor si Europa nos obliga, como parece que está indicando, a que esta autovía sea de pago, deja de haber tanto interés para los municipios, y más les interesara tener fácil acceso a ella, sin obligar a su uso de proximidad. Son muchos otros los retos que debemos superar en estos años, pero no quiero dejar de mencionar la mejora de la calidad de las aguas, tanto en lo que supone en la disminución de la contaminación puntual de municipios, industrias y ganadería mediante depuradoras, como en la difusa producida por la agricultura en la que puede tener tanta incidencia la nueva PAC. Esperemos que sepamos aprovechar esta oportunidad histórica.