La Asociación Amigos de Badajoz ha entregado en el registro, dirigido a la Junta de Extremadura, la petición para la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento del puente de Gévora o de Cantillana, con un «extenso» dosier justificativo, que incluye un amplio estudio histórico realizado por Julián García Blanco.

La asociación argumenta que en este puente concurren «un sinnúmero de singularidades que lo convierten en una obra ejemplar en si misma y un monumento imprescindible para conocer la historia de Badajoz». Así, lo destaca como ejemplo de puente renacentista, por su integridad y autenticidad y por el entorno de puentes que lo sitúan en un catálogo único. Señala asimismo que junto con el de Palmas son las dos mayores infraestructuras civiles acometidas por el Ayuntamiento de Badajoz y el de Gévora fue vital para asegurar las comunicaciones y por tanto fue un elemento articulador del territorio de primer orden. Recuerda además que está indisolublemente unido a la romería de Bótoa, es una obra esencial para entender la evolución de Badajoz al ser obra del arquitecto e ingeniero que levantó los principales monumentos de la ciudad y de canteros que ejecutaron obras emplemáticas como La Galera. Fue testigo y protagonista de acontecimientos históricos de Badajoz como el sitio de 1658, los sitios de junio y octubre de 1705, la Batalla de Gévora o Santa Engracia (19 de febrero de 1811) y testigo de las grandes riadas que han dejado en él su marca.

El puente se compone de 17 arcos de distintas dimensiones y cronologías, que soportan una calzada de perfil alomado de unos 225 metros de longitud y algo más de 4 metros de ancho. Su construcción se recuerda en dos inscripciones. Se viene aceptando que la obras terminaron en 1535. No obstante, la fecha no encaja con otras fuentes. Su propiedad no está clara, pues ninguna administración asume la titularidad. Siendo presidente de la asociación Manuel Márquez, recientemente fallecido, completó una exhaustiva investigación que certificó que ninguna administración era propietaria. El 31 de enero del 2019, el pleno del Ayuntamiento de Badajoz, acordó iniciar los trámites para registrar el puente a su nombre, a propuesta del grupo de Ciudadanos.