Si todo sale bien y nada falla, si se consigue que todas las voluntades se unan y se prioricen las conexiones entre Lisboa y Madrid podría ser posible que en el año 2028 disfrutásemos de una Línea de Alta Velocidad (LAV) entre las dos capitales ibéricas.

Llegaría con 18 años de retraso. 36 años después de la inauguración del AVE Madrid- Sevilla, y con toda seguridad siendo la última LAV de las programadas por España a principios del siglo XX. Es posible y tenemos que hacer todo lo posible para que eso ocurra. Si esperamos que llegue cuando nos toque puede ser nunca.

El 8 de noviembre de 2003 los Gobiernos de España y Portugal, en la Cumbre Ibérica de Figueira da Foz, firman un acuerdo para construir las conexiones ferroviarias entre los dos países.

Acuerdan que la conexión de pasajeros entre Lisboa y Madrid, pase por Elvas/ Badajoz, que sea de Alta Velocidad y que entre en servicio en el año 2010, con un tiempo aproximado de trayecto de 2 hora 45 minutos. El 29 de abril del 2004 el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo aprueban la Decisión 884/2004/ EC, asumiendo esta conexiones e incluyéndola dentro de los 30 proyectos prioritarios de la Red Europea, dotándola financieramente para que se cumpliese lo decidido por los dos Estados.

Yo me lo creí. Había un precedente para creerlo. El 9 de diciembre de 1988 se toma la decisión de conectar Madrid - Sevilla por AVE y el 14 de abril de 1992 estaban en funcionamiento los 471,8 Km de la nueva línea atravesando Sierra Morena. Unir Lisboa con Madrid parecía que tenía mucha más justificación. Si esa nueva obra se había conseguido hacer en 3 años y 4 meses, esta otra con mayor facilidad de trazado, menores costes de ejecución, con gran apoyo europeo y formando parte de la red principal europea, no parecía utópico pensar que podría hacerse en siete años.

Hoy, 17 años después, congran parte de la obra realizada, según nuestros cálculos todavía en el mejor de los casos nos quedarían 8 años para terminarse. Es decir, si todo sopla a nuestro favor llegaría con 18 años de retraso. Pero debemos ser muy conscientes que si logramos que eso pase las instituciones públicas y la sociedad civil debemos ser muy exigentes y perseverantes con nuestras demandas, y conseguir que todo lo que tenga que ocurrir ocurra sin retrasos. Cada retraso se acumulará a esas expectativas.

Claro que también puede pasar que España y Portugal consigan organizar el Mundial del 2030 Madrid y Lisboa las Olimpiadas del 2032, y en ese caso seguro que ocurrirá, pues sin esa conexión sería hoy día impensable.