Un trabajo sobre el hambre en Extremadura en la posguerra, del cacereño David Conde, ganó el Premio de Investigación Cultural Arturo Barea 2019. Una etnografía del hambre en Extremadura aborda «un tema capital, seña de identidad de la posguerra, sobre todo en 1939 y 1940, que fueron durísimos», afirmó el historiador Enrique Moradiellos. El estudio cuenta con una amplia base documental de entrevistas a personas que sufrieron aquella hambruna y con un contexto bibliográfico que permite recrear la panorámica de los años del hambre en la comunidad.

El jurado, afirmó Moradiellos, entiende que el buen hacer y solvencia de las fuentes, y la «entidad y calidez» de los testimonios, hacen al trabajo merecedor del premio. David Conde es enfermero, estudió Antropología y abordó este tema en su tesis doctoral, en la UNED.

Además de este premio, dotado con 8.000 euros, el jurado otorgó una mención honorífica a El Paisaje invisible, la Poesía de Antonio Méndez Rubio, de Jorge Fernández Gonzalo, y recomendó su edición. Este año concurrieron trabajos «muy diversos», de ámbito regional y nacional.