Junto a la que será la entrada principal de las pistas de La Uva existe un gran arriate que en su origen pretendió ser jardín de pocos metros cuadrados y que ante su estado de abandono, el vecino de enfrente convirtió en huerto urbano. Como la previsión es convertir este espacio en aparcamiento, Manuel Bas Méndez (Manolo Bazaga) tendrá que dejar aparcada su afición. Durante años ha traído tierra fértil con la que cultiva desde plantas ornamentales, como rosales y yucas, a frutales, como una higuera, además de un laurel y romero. El fruto de su esfuerzo se reparte entre el vecindario, que disfruta de sus tomates, pimientos y cebollas y para que sus plantas no sufran, no les falta el riego por goteo. «A mí me gusta comer natural, porque sabe mejor», defiende. Si tiene que marcharse, lo hará, sin quejarse.