Un centro cívico, otro de investigación artística y un aparcamiento subterráneo, todo ello en un edificio de nueva planta que se levante en una parcela prevista para dotaciones públicas en El Campillo. Es la propuesta que lanzaron ayer al Ayuntamiento de Badajoz los colectivos SOS Casco Antiguo, la asociación de vecinos, la Asociación contra el Ruido Espantaperros y la Asociación Cívica, para solicitar que se creen «nuevas y necesarias» dotaciones en el Casco Antiguo y se compense «la continua pérdida de equipamientos» en el barrio.

Los cuatro colectivos no se limitan a pedir, sino que plantean una propuesta -según defienden- «meditada, viable y constrastada», que fomentaría la cohesión social, facilitaría la participación ciudadana e «insuflaría vida» en la parte más degradada del Casco Antiguo. La parcela en la que plantean ubicar el nuevo edificio se sitúa entre las calles Afligidos, Eugenio Hermoso y Joaquín Rojas Gallardo, afectadas por los planes de expropiación del ayuntamiento y ahora en ruinas. Ese espacio, que ya el proyecto de recuperación de El Campillo recoge como dotacional público y en el que se actuaría en una tercera fase, cuenta con más de 3.300 metros cuadrados, de los que se necesitarían unos 2.100 para el edificio de tres plantas que proponen las asociaciones.

El centro cívico, del que ahora no dispone el barrio pese a sus 10.000 habitantes, se ubicaría en la planta baja del inmueble, con acceso por la calle Eugenio Hermoso y entrada principal al final de la calle Bravo Murillo. Estaría dotado de un salón de actos, sala multiusos, despacho de gerencia y otras zonas comunes (aseos, almacén...). «Es una necesidad sociocultural para el Casco Antiguo», revindican.

DINAMIZACIÓN / Como la parcela tiene un desnivel que salvar, la primera planta por la calle Eugenio Hermoso y la planta baja por Joaquín Rojas Gallardo albergarían el centro de investigaciones artísticas o ‘semillero de artistas’, que contribuiría a dinamizar el barrio, cuya revitalización, a su juicio, se ha fiado «casi en exclusividad» al sector hostelero «abundante». Según el planteamiento de las asociaciones, este espacio contaría con talleres de trabajo colectivo, aulas para clases magistrales y sala expositiva. Sugieren que se alquilen los espacios y maquinaria y que se valore la posibilidad de que el cercano albergue de El Revellín se pudiera utilizar como residencia de artistas cuando se necesitase.

El aparcamiento, en el subsuelo, ocuparía la totalidad de la manzana, tendría acceso por la calle Eugenio Hermoso y capacidad para entre 50 y 70 plazas (más de un centenar si cogiese el la parcela al completo). Los colectivos consideran que el alquiler de las plazas -algunas resevadas para residentes- contribuirían a sostener las instalaciones.

MENOS ESTACIONAMIENTOS / La necesidad de aparcamiento la justifican con la pérdida de estacionamientos que han provocado las plataformas únicas, como en el caso de la plaza de San Andrés, o la eliminación del aparcamiento de la calle Stadium, lo que hace que los conductores deban recurrir para aparcar a la periferia del barrio.

Los cuatro colectivos creen que la construcción de estas dotaciones debe afrontarse en coordinación con el proyecto de El Campillo y «con la urgencia necesaria» porque, según argumentan, «jamás habrá un Campillo recuperado si una parte significativa de su entorno permanece en ruinas, a pesar de los nuevos residenciales que puedan edificarse».