El pleno extraordinario que ayer celebró la corporación municipal de Badajoz, el denominado de organización, aprobó lo que ya se había anunciado: 14 concejales tendrán dedicación exclusiva (para tres será parcial) y habrá 24 cargos de confianza (4 más de los que estaban presupuestados). Tanto el alcalde, Francisco Javier Fragoso, como el portavoz de Ciudadanos, Ignacio Gragera, insistieron en que son cifras «de máximos», es decir, que puede que no sean finalmente tantos los concejales liberados ni el personal eventual contratado. En todo caso, ni durante el pleno ni después, Fragoso desveló cómo se van a repartir las responsabilidades de gobierno y si los 14 concejales que suman PP, Cs y Vox asumirán delegaciones que justifiquen esta liberación. Informará la próxima semana.

Sólo Gragera concretó que él será uno de los tres concejales con dedicación parcial, al menos hasta que sea alcalde dentro de dos años, porque quiere compaginarla con su trabajo de abogado. Por su parte, el concejal de Vox, Alejandro Vélez, dejó meridianamente claro que tendrá un hueco en el gobierno municipal al defender que él siempre ha cobrado por trabajar. «Yo vengo a seguir trabajando», dijo. Como detalle, trató al portavoz de Cs de «compañero». Gragera no mostró rechazo a esta posibilidad, simplemente dijo que de ser así será por acuerdo de Vox con el PP.

También aseguró el portavoz de Cs que en las negociaciones previas a la investidura del alcalde, el PSOE le ofreció la liberación «de todo el mundo», es decir: de los 16 concejales que sumarían los dos grupos. Pero el portavoz socialista, Ricardo Cabezas, lo negó. El día anterior Cabezas aseguró que su propuesta era contar con un liberado o dos medio liberados más de los que había hasta ahora. Según el PSOE, Cs confunde estar liberado con tener competencias, pues la intención de los socialistas era que todos los concejales del PSOE y de Cs asumiesen responsabilidades.

El pleno de ayer se esperaba tenso, por la polémica previa generada. Fue la primera sesión (después de la de investidura) de la nueva corporación municipal y ya quedaron claros dos frentes bien marcados, que se acusaron mutuamente de incoherencia, por no coincidir lo que defienden en Badajoz con lo que hacen en otras instituciones. El alcalde tuvo que llamar al orden en reiteradas ocasiones e incluso dio avisos de expulsión a varios concejales, del PSOE. Los dos puntos que más se debatieron, como era de prever, fueron los miembros con dedicación exclusiva o parcial y la propuesta de personal eventual, que se aprobaron con el voto a favor del PP, Cs y Vox.

Cabezas repasó la retahíla de críticas que los partidos en el gobierno municipal están recibiendo de los ciudadanos por estas decisiones. A los de Cs los acusó de «haber cambiado el cuento» ahora que son ellos los que cobran, pues en la anterior legislatura pidieron que se redujesen los concejales liberados y el personal eventual. A Fragoso le dijo que «podría haberse ido por la puerta grande y se va por la de atrás». «En la calle esto les va a perseguir los 4 años», avisó, y se preguntó «con qué cara» van a decir que no a los vecinos cuando les pidan algo o cómo van a argumentarles que el dinero es «finito», si «para ustedes es infinito». «Son el equipo de gobierno más caro de la historia», les recriminó. Para escenificar su acusación, al concluir Cabezas su intervención, todos sus concejales sacaron carteles con grandes billetes de 500 euros impresos en los que aparecían la fachada del ayuntamiento y las caras de Fragoso, Gragera y Vélez.

El portavoz naranja reconoció que «fue un error» pedir en la legislatura pasada que hubiese menos concejales liberados y recortar el personal eventual, y asumió su «responsabilidad», aunque los concejales que están ahora no son los de antes. Sabe que esta decisión es «impopular y difícil de justificar», pero defendió que la ciudad no ha estado bien gestionada y que confía en la percepción que pueda llegar a tener el ciudadano en los próximos años. «Ya veremos si nos equivocamos o no». Como Fragoso, Gragera reprochó al PSOE que en la diputación no tengan «problemas morales» para mantener a 14 diputados liberados. El portavoz naranja se tomó como algo personal las críticas que su grupo está recibiendo estos días por parte del PSOE y que, según dijo ayer, les están sirviendo para «reafirmarnos» en la decisión de no haber llegado a un acuerdo con los socialistas en Badajoz. Como respuesta a esas críticas, Gragera defendió con ahínco que todos sus compañeros tienen su futuro profesional resuelto y «algunos vienen al ayuntamiento perdiendo dinero».

Por su parte, Fragoso recriminó a Cabezas que los tilde de pacto de «perdedores» cuando el PSOE intentó la legislatura pasada una moción de censura valiéndose del apoyo de otros partidos.

El PSOE solo votó a favor de la asignación a los grupos políticos y las indemnizaciones que cobran los concejales por asistir a los plenos y comisiones, porque son las mismas que en la anterior legislatura. Pero Unidas Podemos se opuso. Su concejala, Erika Cadenas, pidió una redistribución más «justa» de las asignaciones a los grupos. En su opinión, los minoritarios están en desventaja. Cadenas también votó en contra de la periodicidad de los plenos porque sugirió que se celebrasen los sábados para facilitar la conciliación familiar y laboral y la participación ciudadana. Pero su propuesta no obtuvo el menor eco. Además defendió que se ajuste el sueldo del alcalde y los concejales de manera que el máximo sea 3 veces el Salario Mínimo Interprofesional, y medio más por cada hijo al cargo. Para Cadenas, lo que se aprobó ayer «es indecente y una tomadura de pelo». A Fragoso le molestó especialmente que cuestionasen su dignidad y defendió que el salario tiene que estar en función de la responsabilidad. «No sé por qué puerta me iré dentro de dos años -contestó a Cabezas-, pero saldré con la cabeza bien alta, con el sentir del deber cumplido y de haber evitado que fuese alcalde alguien que no estaba a la altura de lo que necesita esta ciudad».