Ni en tiempos de mayoría absolutísima del PP en el Ayuntamiento de Badajoz, cuando tenía 17 concejales siendo alcalde Miguel Celdrán, los populares tuvieron tantos ediles liberados, es decir, con dedicación exclusiva a las tareas municipales, cobrando por ello. Entonces eran 12 (incluido el alcalde), 9 con dedicación exclusiva y dos parcial. El nuevo gobierno surgido en la capital pacense por el pacto entre el PP y Ciudadanos -y ya se da por seguro que también estará Vox- ha traído como consecuencia la liberación de los 14 concejales que suman las tres fuerzas política: 9 del PP, 4 de Ciudadanos y uno de Vox.

Es cierto que de estos 14 concejales, 3 tendrán dedicación parcial, del 80%, que representa el máximo legal. En la legislatura que acaba de terminar eran 8 los liberados (siete más el alcalde). Su número se redujo con el acuerdo de investidura que alcanzó en el 2015 el PP con Ciudadanos, nada que ver con los nuevos tiempos y los nuevos pactos, cuyo contenido no acaba de clarificarse. El mayor número de concejales liberados tendrá su traslación en el presupuesto municipal prorrogado, cuyo gasto se incrementa para lo que resta de ejercicio en 196.759 euros, que hay que añadir a la partida ya prevista.

El alcalde, Francisco Javier Fragoso, se sorprendió ayer de las críticas que suscitó esta medida, que se lleva mañana sábado al pleno de organización, y justificó el incremento de concejales liberados en que es «la estructura ideal» para gestionar esta ciudad e incluso dejó la puerta abierta a que no sean ocupados todos estos puestos, sino que en la práctica haya menos concejales liberados de los aprobados. El motivo principal que adujo es que, «quien se quiera dedicar a la ciudad no lo haga a ratitos libres», en «coherencia con lo que siempre he defendido». Fragoso dijo no entender por qué hay quien se escandaliza de que se liberen 14 concejales en el ayuntamiento, y no de que los haya en la Diputación de Badajoz «que además vienen dos veces a la semana» y, en su opinión, tienen menos trabajo que un concejal. Además, Fragoso defendió que como él es un alcalde «que no va a repetir»· carece de «complejos» para defender que una ciudad como Badajoz «exige que haya una mayoría de personas que se dediquen en exclusiva a ella o casi en exclusiva», pues reconoció que estas decisiones «siempre generan controversia». De hecho, argumentó que son el 30% que permite la ley, cuyo máximo para una ciudad del tamaño de Badajoz está en liberar a 18 concejales. «Estamos muy por debajo del límite», recalcó. La decisión de que sean 14, justo lo que suman PP, Cs y Vox la justifica en que «son los que dan la mayoría estable». El alcalde cree que los ciudadanos «deben entender» este acuerdo.

Entre quienes no lo entienden está el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, que manifestó en su perfil de Twitter que «ahora ya sabemos que el pacto de 2+2 para repartirse el Ayuntamiento de Badajoz tenía un truco. ¡Todos liberados!».

El alcalde siguió negando que haya un acuerdo para que Vox entre en el gobierno municipal y que esté cerrado el reparto de concejalías. «Seguramente hasta la semana que viene no lo cerraré», insistió. «Yo he puesto encima de la mesa mi estructura porque ya no iba a perder más tiempo». Según dijo, esta organización es el resultado de las conversaciones que ha mantenido «con todos». «Esta es mi decisión, cuando decidí ser alcalde dije que la estructura la marco yo».

No es el único incremento en el nuevo esquema del ayuntamiento. Además en esta legislatura aumentará el personal de confianza que pasa de 19 trabajadores (el presupuesto recoge 20 plazas pero la de gerencia de Ifeba estaba sin cubrir) a 24, cuatro más por lo tanto, lo que representa una subida del gasto de 78.000 euros. Fragoso apuntó que la ley le permite hasta 27 cargos de confianza. Entre el nuevo personal eventual que se incorpora está el jefe de gabinete del primer teniente de alcalde (el concejal de Ciudadanos y futuro alcalde Ignacio Gragera), que cobrará 2.500 euros (brutos). También habrá tres puestos de asesores de órganos de gobierno, se supone que uno de ellos para el grupo municipal de Vox, que percibirá 2.200 euros al mes por 14 mensualidades.

El incremento de concejales liberados y de personal de confianza supondrá una subida anual en el gasto de casi medio millón de euros. Las retribuciones del alcalde (4.764 euros brutos por 14 pagas) y de los concejales liberados (3.840) se mantienen, aunque se incrementan la de los ocho alcaldes pedáneos, que pasan a cobrar de 616 a 800 euros.

El único que ayer quiso hablar de estas medidas fue Fragoso. El concejal de Vox, Alejandro Vélez, se negó a hacer declaraciones. Todo parece indicar que ha conseguido lo que venía pidiendo día sí y día también, que era estar liberado al cargo de una concejalía (él pide la que ha llamado de Decoro, que engloba limpieza y parques y jardines). El alcalde insistió en que «no hay nada decidido».

No hay prueba fehaciente de que Vélez vaya a tener responsabilidad en el gobierno local, pues podría liberarse y cobrar como portavoz de su grupo, como ocurre en otros ayuntamientos, lo que provocaría una situación de desigualdad respecto a los portavoces del PSOE y de Unidas Podemos.

En el pleno también se verá la composición de las comisiones informativas, que seguirán siendo once, en las que el PSOE tendrá 3 concejales, el PP y Cs 2 cada uno, uno Podemos y otro Vox. Llama la atención que el PP tenga los mismos que Cs, aunque el grupo popular sea mucho más amplio (9 frente a 4), El motivo, según el alcalde, es «mantener una estructura proporcional a los bloques ideológicos», en la que PSOE con Podemos suman un concejal menos que PP-Cs-Vox, que tienen mayoría absoluta. Es así a pesar de que Fragoso insistió en que no existe un acuerdo para un gobierno de coalición con Vox. El alcalde negó que con estas decisiones esté siendo generoso con las dos formaciones de su bloque.