Generó más expectación que contenido, pero sirvió para echar unas risas antes, durante y después. Como si se tratase del mismísimo enviado del Príncipe Azul de Cenicienta cuando recorrió todas las haciendas del reino buscando el pie que se ajustase al zapatito de cristal, así se comportó ayer el responsable de El Silencio, Julián Monge, alzando unas botas de material elástico brillante sobre las cabezas de todos los congregados buscando a alguien que calzase el número 40 y se atreviese a participar en la Carrera de Tacones, una actividad incluida en el programa de Los Palomos.

Finalmente, se presentaron seis «corredores» de altura, entre ellos una sola mujer, disfrazada de policía, y todos culminaron los pocos metros de la calle Encarnación entre la esquina de la plaza de Santa María y el lateral de El Silencio. Pocos segundos le bastaron a Christian Portela, que alcanzó la meta el primero, veloz como el viento, mientras que Javier Fuentes, presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, llegó a la meta el último, aunque con mucho mérito, pues sus elevadas plataformas de drag queen no le permitían mantener el equilibrio ni aun estando parado. También corrió Felipe Quiñones, presentador de Canal Extremadura, que quiso contar la noticia en primera persona. Para complicar aún más su destreza, los participantes portaban cada uno una bandeja de camarero con sendas tazas, que llegaron al suelo antes de que concluyese el pistoletazo de salida.

El ganador partía con ventaja, a pesar de que los zapatos, unos botines con tacón mediano de aguja, no eran suyos, pues ya corrió con otros en otra carrera. Los de Rubén Troya eran mucho más altos, unos pin up de plataforma y con un tacón de 19,5 centímetros que ni la mismísima Letizia se atrevería a calzar. Según contó son suyos. «Los colecciono y me los pongo de vez en cuando». Realmente los llevaba con soltura. «Yo no vengo a correr, vengo a pasármelo bien, a participar, a ver que todo el mundo nos podemos poner lo que nos dé la gana». Si esas eran sus pretensiones, las alcanzó con altura de miras.