Durante la primera noche de la fase semifinal del concurso subieron a las tablas del López de Ayala un total de seis agrupaciones, que presentaron un repertorio parcialmente modificado. Se percibió, claramente, que estas murgas se habían reservado algunos de sus mejores pasodobles y cuplés por si tenían que utilizarlos al convertirse en semifinalistas. Hubo, incluso, alguna de ellas que presentó temas con toda la pinta de haber sido horneados a lo largo de los últimos días. Pero esto no puede sorprender ya a nadie porque la tónica general del concurso viene marcando un nivel de exigencia que obliga a tener en la recámara varias balas para hacerse notar en cada momento en que se supere una nueva fase del concurso.

LOS MIRINDA /La noche arrancó con la actuación de las hiperactivas mujeres de los Mirinda, a las que lo mismo se las puede ver comiéndose una gran palmera de chocolate que marcándose un twerking. Durante su actuación introdujeron dos nuevos pasodobles y otros tantos cuplés.

El primero de ellos lo dedicaron a denunciar la situación de decadencia a la que se está viendo abocada una Extremadura que «no mama porque no llora». Y en el segundo se sirvieron de una enunciación de distintas cifras para concluir, con un giro final, dándole un aguijonazo al alcalde. Su segundo cuplé también estuvo muy centrado en la crítica a algunas decisiones del equipo de gobierno de la ciudad. Y el primero, más desenfadado, aludió al uso de las bolas chinas para el fortalecimiento del suelo pélvico y a las consecuencias de la caída de las mismas sobre la porcelana de un inodoro.

MARWAN / Tras los Mirinda, se pudo ver y escuchar a Los Asesores demoniacos de Marwan. Sus componentes volvieron a demostrar sus dotes vocales e interpretativas. Añadieron dos pasodobles inéditos y otros tantos cuplés a su repertorio. En el primero de ellos, denunciaron el éxodo del pueblo extremeño y cómo la situación desesperanzadora de la región está obligando a marcharse a quienes deberían construir su futuro.

El segundo de sus pasodobles fue un tributo al mundo del murguero en general y al de la joven cantera, en particular. El primero de sus cuplés incluyó una crítica de carácter local a propósito de la realización de obras en la ciudad. Y el segundo, despuntó sobremanera, por sus referencias a letras de otros grupos, cantadas en preliminares, lo que demuestra la agilidad compositiva de esta murga.

LAS POLICHINELAS/ Justo antes del descanso, saltaron a las tablas del teatro las Polichinelas, con sus sombrereros locos. Deleitaron, de nuevo, con sus juegos de palabras sobre sombreros y cabezas. E introdujeron en su repertorio dos nuevos pasodobles y dos nuevos cuplés. Sus dos pasodobles tuvieron un marcado carácter carnavalero: en el primero, agradecieron el apoyo a amigos, familia y compañeros murgueros, y en el segundo, de corte más crítico, reivindicaron la importancia del Carnaval de Badajoz y de la actividad carnavalera. Sus cuplés estuvieron centrados en criticar las modas y el carácter más pastueño del ser humano y en responder, con humor, a aquellos que critican a Las Polichinelas por los tipos que eligen y el modo en que los presentan al público.

LOS ESPANTAPERROS/ Después del intermedio, subieron al escenario los Espantaperros, con sus ‘ninis’ siniestros. La parte más novedosa de su repertorio se encontró en las secciones de pasodobles y cuplés, aunque también hubo alguna pincelada en el popurrí. El primero de sus pasodobles lo dedicaron a denunciar la situación del Guadiana, y a cómo, si no se pone remedio a la plaga que asola el río, acabará muriendo. En el segundo de ellos, denunciaron la violencia machista. Y por sus cuplés pasaron personajes como Franco, el rey emérito o Pablo Echenique. Sobre Franco y el Rey Juan Carlos I bromearon a propósito de sus vínculos pretéritos, señalando que todo el mundo sabe el pie del que cojea el monarca. Y en lo relativo al político de Podemos, dudaron sobre dónde habría de enterrarse si falleciese, al tiempo que cuestionaron la higiene de los dirigentes políticos de la formación morada.

AL MARIDI/ Después de los ‘ninis siniestros’ actuaron los currantes de la muerte de Al Maridi. La factura de la actuación de Al Maridi no difiere de las de sus últimos años. Porque vienen presentando siempre proyectos muy sólidos y muy completos, en los que sus voces afinadas, sus letras afiladas y su interpretación creíble se ven perfectamente complementadas por una escenografía, vestuario y maquillaje a la altura del repertorio y de cómo lo exponen. En la noche del martes, presentaron dos nuevos pasodobles y otros tantos cuplés. Sus pasodobles, de una carga crítica importante, versaron sobre distintos aspectos de la ciudad de Badajoz, y sobre su estado existencial y cotidiano, y sobre la situación actual del carnaval, con referencias constantes a los retos que se le presentan como fiesta y a las acciones que se impulsan para la consecución de su declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional.

YO NO SALGO/ Para poner el punto final a la primera sesión de semifinales llegó Yo No Salgo, con sus guerreros pacifistas. En el repertorio que expusieron en esta fase, incluyeron un pasodoble crítico con la ‘guerra’ competitiva que se desata en el carnaval, y otro, más emotivo, dedicado a las parejas, partiendo de la moda carnavalera de cantar pasodobles durante la celebración de la boda de los compañeros murgueros.

El primero de sus cuplés daba continuidad al último de sus pasodoble, resaltando la cantidad de horas que se han de invertir en el desarrollo de un proyecto carnavalero, si se quiere sacar a flote, y a las dificultades que eso entraña en el plano familiar. Y el segundo, lo dedicaron sus componentes a criticar la invasión de las casas de apuestas, y a apostar, claramente, porque ellos mismos no ganarán el concurso.