A lo largo de la primera jornada de las preliminares del concurso, pasaron por el escenario del López de Ayala un total de cinco agrupaciones, que jugaron la primera mano de sus cartas en el COMBA 2019. Solo el tiempo nos dirá si alguna o varias de ellas tendrán oportunidad de jugar una nueva mano, y de subir su apuesta, en una fase más avanzada del concurso. Lo que sí está claro es que estas 5 murgas, por lo pronto, ya han descubierto los naipes con los que van a participar en el juego. Y que, en función de lo escuchado y contemplado, ya se pueden ir haciendo cábalas acerca de los posibles candidatos a semifinalistas del concurso.

La calvicie como virtud

A los chicos de Los Callejeros les tocó en suerte realizar la actuación inaugural del COMBA 2019. Y desempeñaron este complicado papel con un entusiasmo y bonhomía encomiables.

El proyecto “Los Callejeros salen por los pelos” resultó estar protagonizado por un grupo de calvos y alopécicos con diferentes grados y modelos de carencia o ausencia capilar.

Durante su presentación, enumeraron algunas de las ventajas que se derivan de la escasez de pelo. Aludieron, también, a distintos tipos de calvicie, con referencias a los personajes que interpretaban. Y reivindicaron el carácter “disfrutón” de su agrupación.

Aprovecharon las pausas entre temas para introducir algunos toques de humor, a modo de gag o sketch humorístico. Y en sus pasodobles, criticaron, duramente, a los partidos políticos de todo el espectro ideológico, reflexionaron sobre el poder de la herencia genética, y dieron gracias a la vida, y a sus progenitores, por haberles alumbrado en una ciudad como Badajoz.

En los cuplés, bromearon a cuenta de las características de los muñecos Playmobil, introdujeron una crítica a Pedro Sánchez por su tendencia irrefrenable a utilizar el Falcon presidencial para viajar, y compararon al tren extremeño con un gatillazo en el transcurso de un encuentro íntimo.

Finalmente, en su popurrí resultaron especialmente divertidos sus relatos sobre su venida al mundo, sobre la envidia que les produce una cabellera tupida, sobre las aventuras y desventuras de un piojo en una cabeza con poco pelo, sobre los avatares derivados del proceso de trasplante capilar, y sobre la importancia de quererse a uno mismo.

Parias contra la discriminación

Tras la actuación de Los Callejeros, subieron a las tablas Los Informales. Este año, se presentaban como “Los Moteros de los años 90”. Y hay que reconocer que, gracias al nombre elegido, consiguieron despistar a la afición carnavalera hasta el momento mismo en que se abrió el telón. Incluso hubo quien necesitó de un tiempo de contemplación y escucha extra hasta percatarse de que lo de “moteros” venía por ser sujetos que habían sido bautizados con un apodo o “mote” por sus características especiales.

En su repertorio, además de bromear acerca de las características de cada uno de los personajes interpretados, reivindicaron el derecho a ser diferente sin sufrir discriminación por ello. Se manifestaron, con firmeza, en contra del acoso escolar. Alabaron a las mujeres. Criticaron a políticos y jueces, y reclamaron un endurecimiento de las penas. E invitaron a todo el mundo a mirar, con la cabeza bien alta, hacia delante, sin preocuparse por las impresiones superficiales del resto de los mortales.

Zumba con azúcar y cachuela

Justo antes del descanso, subieron al escenario Los Mirinda. Este año, se presentaron ante el público como un grupo de mujeres que tratan de esculpir su figura participando en las clases de zumba impartidas por un monitor llamado “Yoni”.

A lo largo de toda su actuación, dejaron constancia de que las protagonistas de su proyecto tratan de cultivar el físico, participando en las clases de zumba, al tiempo que siguen una dieta que no prescinde de los dulces ni de las tostadas de cachuela.

En su repertorio, resaltaron, de un modo especial, su pronunciamiento en favor de la mujer y contra el machismo, un viaje sensorial por el carnaval pacense de antaño, y sus bromas y chanzas a propósito de distintos sucesos ficticios, reales y virales.

En el popurrí, exprimieron al máximo la vis cómica de la figura protagonista de su nuevo proyecto, colocándola en divertidas e irrisorias situaciones. Y se despidieron, de manera delicada, con un hermoso homenaje dedicado a las mujeres.

La heroicidad de los padres primerizos

Después del alto en el camino, saltaron a las tablas del López de Ayala los chicos de Sa´Tersiao, que se presentaron como un grupo de superpapás primerizos.

Su actuación estuvo muy vinculada al tipo que interpretaron, de tal modo que reseñaron el acontecer diario de la vida de los papás novatos, cómo cambia la mirada y la perspectiva de la vida cuando se tiene un hijo, y la felicidad, responsabilidad y sacrificios que trae aparejada la condición de padre.

Como temas más concretos, aludieron a la polémica surgida en torno al derecho a la privacidad de la hija de Jesulín de Ubrique y Belén Esteban. También rememoraron su paso por la última edición del COMBA, y se reivindicaron como agrupación murguera. Y bromearon sobre la complejidad de las relaciones de pareja cuando hay un bebé al que cuidar, y sobre las dificultades que implica la elección de un nombre para una criatura aún por venir, entre otros muchos temas.

Susurros desde el averno

Ya al final de la noche, y como colofón a la primera jornada de la fase preliminar, subió al escenario la murga Marwan. Los componentes de la agrupación más veterana del concurso se presentaron ante el público como un grupo de asesores demoníacos.

La parte estética del proyecto, su puesta en escena, el vestuario, maquillaje y la escenografía presentaron una factura impecable, que consiguió crear el clima y espacio idóneos para la exhibición de un proyecto carnavalero en el que destacó, de un modo especial, la afinación vocal.

En su repertorio, en el que entonaron una serie de ‘malaventuranzas’, deslizaron, también, referencias a distintos pecados capitales, y fueron desgranando, entre otros temas, una serie de críticas a los jueces, al actual presidente del gobierno, a los medios de comunicación, y a las conductas y actitudes machistas, por citar solo algunos ejemplos.