Los propietarios de la librería Cien Cañones, de Badajoz, que recoge y compra libros viejos y antiguos, avisaron a un policía amigo tras hallar la mujer que la regenta un libro con un mecanismo en su interior y remitirla este a los Tedax, que les pidieron que salieran de la librería sin tocarlo.Cuando lo recogieron comprobaron que carecía de batería, por lo que no podía explotar, pero se lo llevaron tras poner en marcha el protocolo correspondiente y cortar el acceso de la vía pública en torno al establecimiento.

"En realidad fue una falsa alarma porque la bomba no podía explotar", ha manifestado Mario Montoya, el esposo de la mujer que encontró el libro bomba.

Finalmente, la Policía Nacional aclara que el libro-bomba es simulado y no tiene capacidad detonante. No obstante, se mantiene abierta la investigación para conocer los pormenores de su procedencia.