Una anciana tuvo que ser desalojada ayer de su vivienda, en la calle Sepúlveda, ante el riesgo de derrumbe del techo. Fueron los bomberos quienes alertaron de la situación después de acudir a la casa ubicada en la planta superior, que está deshabitada, por un pequeño fuego.

Los bomberos recibieron el aviso de que salía humo de un primer piso del número 26, donde alguien había quemado unos papeles (aunque cuando llegaron en su interior no había nadie). Cuando accedieron a la casa, el suelo, de madera y cañizo, comenzó a crujir y a uno de los bomberos incluso se le hundió el pie. Ante esta situación, se ordenó el desalojo de la inquilina del piso inferior, que se encontraba en la cama, pues sufre problemas de movilidad.

Los bomberos apuntalaron la vivienda de la anciana y dieron aviso al arquitecto municipal y a los servicios sociales para que la mujer abandonara el inmueble.

La policía local precintó el acceso al piso superior y acompañó a la anciana hasta que acudió un familiar. También se personó en el lugar un responsable del Instituto Municipal de Servicios Sociales.

Unos vecinos fueron quienes se percataron de que de la vivienda salía humo y, sabiendo que la anciana se encontraba sola, corrieron a prestarle auxilio y avisaron a los servicios de emergencia. La mujer, afortunadamente, no sufrió ningún daño.