Espero que con los resultados de las elecciones del pasado domingo se terminen de una vez las elecciones. Ese es mi deseo y creo que el de muchos españoles. De no ser así, lo que nos van a demostrar todos los políticos actuales es que no sirven para nada, o lo que sería aún peor, que sólo sirven para intentar conseguir sus propios intereses personales, pero que están lejos de realizar la verdadera labor de un político, según la entendemos la mayoría de los ciudadanos, que es, precisamente, servir a los ciudadanos y alcanzar el bienestar general.

Las elecciones las ha ganado el Partido Popular, que además es el único que ha aumentado el número de escaños. Y lo lógico sería que este partido asuma la responsabilidad de gobernar, esperemos que el resto de los partidos así lo consideren y se pongan a dialogar para llegar a acuerdos en todos los campos y alcanzar el consenso necesario para poner en marcha una legislatura que aborde adecuadamente los retos que tiene planteados la sociedad española, que no son pocos.

Todos comprendemos que el resto de los partidos estén un poco fastidiados pues no les ha ido bien en la elecciones. El PSOE ha conseguido seguir siendo la segunda fuerza política del país, aunque con menos escaños que en las anteriores elecciones. En mi opinión, tendría que hacer un verdadero acto de reflexión interna para regenerar el partido y llevarlo al lugar que le corresponde por su historia anterior. Y posiblemente debería facilitar el gobierno del Partido Popular.

A los nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, creo que los votantes los han puesto en el sitio donde deben estar. Tanto uno como otro tienen mucho que aprender en el ámbito de la política nacional. Podemos tiene mucho camino que recorrer, no se puede estar cambiando de opinión acerca de sus políticas según lo que la gente quiere oír, ni se puede tener un líder tan prepotente y alimentar tanto populismo. Ciudadanos, por su parte, tiene que aclarar cuál es su sitio en este ámbito de la política.

En definitiva, si las cosas van como deben, tendremos gobierno del PP, pero éste tendrá que cambiar su forma de actuar, de acordar pactos y de tomar decisiones. Y todo ello, para que los ciudadanos recuperen el estado del bienestar y vuelvan a creer en los políticos.