TNtunca pensé, como posiblemente una gran mayoría de ciudadanos españoles, que estos momentos iba a estar pensando a quién votar en las próximas elecciones de junio. Tampoco pensé que me iba a encontrar con partidos que antes de empezar la campaña electoral ya están poniendo límites, líneas rojas, vetos a otros partidos, etc. No se han enterado que estamos en una democracia, que hay que respetar el resultado de las urnas y que a partir de ahí, si es necesario, tendrán que ponerse de acuerdo con quien sea para poder tener la mayoría suficiente y poder gobernar para los ciudadanos y no para los partidos o intereses particulares.

Pero lo que más me llama la atención en esta precampaña, es la actitud de Podemos y ello por varios motivos. Por un lado, el señor Iglesias, con esa prepotencia que le caracteriza, está ofreciendo al PSOE, al señor Sanchez, una cartera en su gobierno, es decir da por hecho, sin atender al resultado de las urnas, que su partido va a ser el ganador y él va a formar el Gobierno de España. Espero que alguien en su partido lo llame al orden, aunque lo dudo, y le explique que de esa forma tan prepotente no se puede ir por la vida. Al mismo tiempo espero que sus votantes se den cuenta que harían un flaco favor al país si ponemos el gobierno de todos los españoles en manos de esta persona.

Por otro lado, me gustaría reseñar el empeño de llegar a un pacto con Izquierda Unida. En las anteriores elecciones, es decir hace muy poco tiempo, el señor Iglesias rechazó semejante pacto. Me pregunto qué ha cambiado en estos meses para desear el citado pacto, y que no ha cambiado nada.

Me daría mucha pena que IU cediera a las demandas de Iglesias porque se intuye que lo que pretende es la desaparición de este partido y quedarse él con único ocupante de ese espectro político. Desaparecería por tanto la auténtica izquierda de este país para que aparezca una especie de pseudoizquierda. Que no sabríamos cuanto duraría, pues al señor Iglesias se le podría antojar girar hacia otro lado, estoy convencida de que lo haría y se olvidaría de los pactos firmados. Mi esperanza está en que los miembros de IU sean coherentes con su trayectoria y su historia y no se dejen embaucar por encantadores de serpientes.