TNto sé si ha sido casualidad, aunque supongo que sí: hace una semana, y casi en el mismo día, en dos foros diferentes se puso de manifiesto la relevancia personal de dos antepasados de la familia Muñoz Villanueva, de los cuales desciendo.

Por un lado, la prensa regional publicó un artículo sobre 'El duelo a muerte en un tribunal de Cáceres', entre don Melquiades Alvarez y don Juan Muñoz Chaves, este último mi bisabuelo. Por otro lado, el día anterior, en Barcarrota, en el acto de la conmemoración de la muerte de Cervantes, junto a otras actividades se presentó el libro titulado 'Amalia', escrito por mi tatarabuelo don Luis Villanueva y Cañedo.

Desde siempre, en mi familia se ha sabido que algunos de nuestros antepasados habían sido personajes ilustres y políticamente liberales. Sin embargo, y como pasa en muchos casos, nunca le hemos dado importancia a esa cuestión.

Creo que no exagero al señalar que Muñoz Chaves fue un personaje notable. Fue líder de los liberales, senador del Reino, diputado en Cortes, director general de la Administración Local a nivel nacional, diputado provincial, decano del Colegio de Abogados de Cáceres, presidente de la Cámara Agraria y, sobre todo, abogado de reconocido prestigio.

Por su parte, Villanueva y Cañedo, bibliógrafo y bibliófilo, estudio en la Universidad de Sevilla, se licenció en Filosofía y Derecho, posteriormente obtuvo la cátedra de Geografía e Historia y fue miembro del Ateneo. De su actividad política se conoce que fue diputado en Cortes, senador por Badajoz, vicepresidente de la Comisión de Monumentos, y entre sus obras como escritor destaca la biografía de Hernando de Soto.

Con esta pequeña reseña, quiero rendirle mi pequeño homenaje a dos personas que supieron esforzase, desempeñaron sus actividades con dedicación y entrega y de alguna manera contribuyeron a engrandecer Extremadura.