Lo primero que robaron -aparte del dinero de todos, que eso lo han robado siempre- fue la fe de quienes les habían votado y creído en ellos y en las promesas que hicieron. Inmediatamente después ocuparon el poder como terreno conquistado y se apropiaron de las administraciones públicas como si fuesen suyas. Más que un gobierno parecían una autocracia cruel y saqueadora y eso empezó a generar entre la ciudadanía un miedo cerval al presente y al futuro, un miedo que crecía en proporción directa con los crecientes robos que ellos perpetraban. Siguieron queriendo robar la verdad de los atentados del 11-M, insistiendo en hacernos creer que había sido ETA. Robaron la lucha contra ETA queriendo hacernos creer que ellos nunca habían cedido ni negociado con la banda. Robaron la buena fe de las víctimas del terrorismo presumiendo de ser sus adalides. Robaron la Sanidad pública gratuita y universal, recortando derechos y privatizando hospitales y servicios. Robaron la Educación pública gratuita y universal, recortando profesores y aulas y derivando el dinero a la escuela privada. Robaron las becas que permitían que los estudiantes menos adinerados tuvieran la oportunidad de formarse. Saquearon las arcas públicas en la administración central, la autonómica y la local, organizando tramas mafiosas de corrupción y llenándose los bolsillos a costa del contribuyente. Robaron las cajas de ahorros que hasta entonces habían sido de todos. Robaron el ahorro de los ciudadanos mediante estafas como la de las preferentes. Robaron decenas de millares de millones de euros de los ciudadanos para rescatar bancos quebrados a causa de la pésima gestión de los mismos que robaban. Robaron centenares de millares de viviendas a sus legítimos dueños que se quedaron sin casa pero siguieron conservando la deuda. Robaron la vida de millares de ciudadanos que se suicidaron por falta de esperanza o que murieron a causa de los recortes sanitarios. Robaron hasta la vacuna de la varicela, que ha originado un aumento del 14% de la enfermedad en 2014. Robaron la gratuidad de los medicamentos. Robaron los derechos de los dependientes. Robaron salario y capacidad adquisitiva a funcionarios y jubilados. Robaron la libertad de manifestarse libremente. Robaron derechos y capacidad adquisitiva de los asalariados, haciendo que muchos sean pobres aun teniendo trabajo. (Continuará).