La Policía Nacional detuvo la madrugada de ayer a un hombre de 45 años al que sorprendió intentando robar en la parroquia de San Andrés. Una patrulla que circulaba por la plaza de Cervantes sobre las 00.30 horas observó cómo un hombre empujaba la puerta de la parroquia, al mismo tiempo que intentaba manipularla con una barra. Al percatarse de la presencia policial, guardó la herramienta entre sus ropas e intentó huir del lugar disimuladamente.

Los agentes lo interceptaron e identificaron y al cachearlo hallaron la barra de hierro y una bolsa de tela en la que había ocho destornilladores de distintos tamaños, una linterna y una lima. Tras comprobar que la puerta de la iglesia presentaba signos de haber sido forzada, se le detuvo. El acusado aseguró a los agentes que intentó entrar en la iglesia "para robar aunque sea el cepillo, pero mi especialidad es robar oro y platino".