Desde los tres o cuatro años acompañaba a su padre a los festivales y aún recuerda como se quedaba dormido si se hacía demasiado tarde. Ahora siente esa rabia de perderse las noches donde el cante puro no era una novedad ni un lujo, sino lo corriente. José Lucas, 'Pira', llama a su padre 'maestro' y habla de él con absoluta veneración. "Mi padre ha sido ganadero toda la vida y recuerdo también en el campo, como siempre estábamos escuchando las cintas del Cabrero, Paco Toronjo, Camarón, etc.". Estudió informática en la Universidad de Cáceres a pesar de que el flamenco le llamaba desde niño y dudó mucho antes de irse a estudiar la carrera universitaria. Otra vez la figura de su padre fue clave. Se sentó frente a él para decidir si ir a estudiar a la Facultad o ir a la Fundación Cristina Heeren a Sevilla para dedicarse por completo a la guitarra. Asegura que no se arrepiente de la decisión que tomó y desde la multinacional informática en la que trabaja, Indra, desarrolla software, el soporte necesario para cualquier gestión informática. El suyo sigue siendo el flamenco pero ahora, como una vocación que alimenta desde la seguridad laboral de un trabajo diario. "Al flamenco no puedo dedicarle todo lo que quisiera pero una por la otra..., ahora tendría que estar viviendo en casa de mis padres porque no me llegaría". Y es que el flamenco fortalece el alma, el bolsillo desgraciadamente no siempre depende del arte.

--Informático y flamenco, ¿cómo se conjuga lo real, lo científico con el abstracto del arte?

--Bueno, soy músico, flamenco y trabajo también como informático, así es como lo defino yo... jajaja. A veces es difícil trabajar profundamente en varias cosas tan distintas, pero la música no me cuesta, de hecho me sirve para desconectar muchos días al salir de trabajar, o los fines de semana. Siempre me apetece tocar o echar un ratito de flamenco. El único problema es el tiempo, que siempre me falta, cuando me voy a dormir, me quedan todavía la mitad de las cosas que quisiera haber echo para ese día.

--Has encontrado algún nexo de unión entre la informática y las seis cuerdas?

--Bufff, pues la verdad es que no... jajaja, pero bueno, me gustan también mucho las tecnologías y la informática, me parece un mundo increíble, igual que me parece el flamenco, aunque pueda parecer un poco ambiguo. Yo intento siempre buscarle un vinculo, pero que va... no lo veo, mientras hago algo en el ordenador no puedo escuchar flamenco porque entonces no me entero de na.

--Poco a poco vas introduciéndote en el flamenco pacense, ¿cuesta mucho hacerse un hueco?

--Todo cuesta, primero partiendo de la base de que aquí hay artistazos de mucho nivel... Y luego siempre pasa, cuando llegas nuevo a un sitio, por mucho que ya conocieras a la gente, ellos han crecido juntos y ahí hay ya un vínculo importante. (igual que me puede pasar a mí en Cáceres). Pero bueno, ya he empezado a tocar un poco por aquí y me siento muy bien entre los flamencos de Badajoz. Todos nos queremos un montón.

--Con 4 años canturreabas con tu padre, al que llamas 'maestro', ¿qué te enseñó?

--Bueno, mi padre es mi referente

desde que tengo uso de razón, siempre será mi maestro, gran aficionado también al flamenco y al que estaré eternamente agradecido por introducirme en este mundo, por enseñarme a realizarme y a ver el mundo como lo veo, y también el resto de la familia, mi madre, mi hermana... he aprendido de todos aunque sea en otros aspectos, todos han aportado mucho a lo que soy hoy en día.

--Cinco años más tarde ya eras alumno del conservatorio de Cáceres de guitarra clásica y solfeo, ¿qué era lo más difícil? ¿Mantener una disciplina con nueve años o encerrarse demasiado en ese mundo?

--Eso si me costaba más, no era ninguna cosa más difícil que la otra, era un conjunto de las dos cosas, con esa edad me costaba seguir la disciplina porque además a mi lo que me gustaba era tocar flamenco... Pero bueno, el conservatorio me aportó cosas muy buenas también, aprender lenguaje musical básico y un poco de esa disciplina que se necesita para aprender a tocar un instrumento fue una cosa importante.

--A pesar de tus comienzos como guitarrista clásico, te forjaste en coros rocieros, ¿es incompatible lo hondo, con un cante más liviano?

--¡Qué va! a mi parecer, en absoluto. Entré en los coros rocieros porque mis padres estaban ahí, y también yo tenía otro concepto de la música, pero vamos, que las variantes y los diferentes estilos de música no son incompatibles, creo además que los músicos pasan por etapas donde hacen diferentes tipos de música, es casi que necesario para enriquecerse como músico y descubrir el encanto de cada estilo.

--¿Como mantuviste intacta tu esencia? ¿Por qué te decidiste por tu cuenta dejarlo y seguir tu carrera como acompañante?

--Pues porque lo que realmente me llenaba era una música mas flamenca. simplemente fue cuestión de gusto, empecé a abrirme camino tocando por ahí en ese terreno y dejé los coros.

--Que recuerdos tienes de la Cristina Heeren?

--Buenísimos, aquel verano fue inolvidable, conocí a mucha gente y aprendí muchísimo. Todo el día rodeado de artistas y de buena gente, siempre en ambiente flamenco. Tenía clases por las mañanas y por las tardes a tocar en casa, con una toalla entre la guitarra y el cuerpo para no empaparla, porque en Julio en Sevilla se derrite uno... jajaja. Realmente es una cosa que me encantaría repetir, ojalá algún día pueda ser.

--¿Qué es más complicado: tocarle a un caballo (ha tocado en espectáculos como 'caballos al compás) o a algún artista en una mala noche?

--Jajajaj, bueno, creo que a un artista una mala noche. El caballo hace lo suyo y si se pone nervioso o pasa cualquier cosa, la música realmente va independiente, no le afecta como tal, aunque afecte al espectáculo, cuando un artista no tiene un buen día... sí que afecta directamente al acompañamiento.

--Eres guitarrista en el Nuevo Ballet Flamenco de Cáceres, ¿qué opina de la creación de un grupo a nivel regional?

--Me parece una gran iniciativa que retomó Jesús Custodio (Bailaor de Cáceres), lo que pasa que ahora está la cosa mu mala, y realmente pues no tiene el movimiento que tendría que tener, pero es un proyecto muy interesante.

--¿Que proyectos tienes pendientes actualmente?

--Muchos, hay proyectos personales con la informática, haciendo aplicaciones móviles y demás, y luego otros cuantos con la música, tocando con Eysa, que la semana pasada grabamos un videoclip para uno de los temas de su disco, también con un grupito que tenemos en Cáceres 'Flamenco D4', con más age que mandao hace... jajaj y 'Mangurria Conection', también de Cáceres, menos flamenco, pero con mucha frescura y mucho arte también. Esperemos que pronto mejoren las cosas y podamos disfrutar todos mucho mas, de dar y recibir arte. Esas noches nos alimentan, y mucho. Este verano he estado trabajando un par de meses en Buenos Aires, y a mí mismo me ha sorprendido lo que he echado de menos una noche de arte... Luego por supuesto que viene un Paco de Lucía, que da dos notas y te atrapa, y aparte puede hacer lo que quiera técnicamente y claro, ya te quieres morir... jajaja. Pero ante todo hay que tener pureza.

--¿Cree que el flamenco se debería enseñar en los colegios?

--No lo creo, no creo que deba ser obligatorio aprender algo que deber ser del alma. Ya hay una asignatura que es música y dentro de eso que cada una elija y tire por donde crea más conveniente, o a donde le llame y le nazca.